Con unas influencias que van de Daniel Clowes a Chris Ware y Gary Larson, y de Asterix y Obelix a Edward Gorey, la obra del ilustrador escocés Tom Gauld (1976) sólo puede apuntar muy arriba. Así, después de haberse curtido como dibujante para el periódico británico The Guardian, y con una poderosa experiencia en el terreno de la historieta breve, en 2012 se lanzó al relato largo con Goliat, publicado en España por la editorial Sins Entido. Pero nuestro Goliat —el Goliat de Gauld— poco tiene que ver con las significaciones habituales del mito bíblico.
Si a lo largo de los siglos la peripecia de David y Goliat ha traído consigo un ejemplo de perseverancia, y de la posibilidad de que el más débil se haga con el éxito de la batalla, con Gauld el resultado es tan trágico como cómico. O como expuso el propio dibujante, entrevistado por Julio Soria para Zona Negativa: «Cuando piensas en esta historia, normalmente lo haces en base a un chaval pequeño y a un gigante enorme, pero en realidad es más bien una unión entre el chaval pequeño y el Dios creador del Universo contra el gigante enorme. Ahí es cuando comprendes quién es el auténtico desvalido y eso despertó mi simpatía por Goliat, que desde el principio está condenado al fracaso.»
El dibujante Tom Gauld |
Para Gauld, Goliat no es tanto un perdedor, tanto como un… outsider. La originalidad de sus planteamientos, el ya reconocible estilo de su autor y su valía para la novela gráfica le situaban en una posición privilegiada para optar a los Premios Cálamo 2012. Noblesse oblige.
Página de Goliat (ed. Sins Entido) |
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