viernes, 22 de noviembre de 2013

Un atlas, una novela, un cumpleaños y un centenario. Recomendaciones literarias para acabar noviembre haciendo lo que más nos gusta: leer.

Noviembre tiene aún muchas novedades, y elegimos algunas –las más curiosas, las que más darán que hablar– para recomendaros. Y celebramos también dos aniversarios centenarios, con otras dos recomendaciones clásicas.
Manta, café (o té, o cognac) y una buena lámpara... y a leer.


Atlas de islas remotas, de Judith Schalansky. (Nórdica Libros y Capitán Swing)


En 1990, más personas habían puesto el pie en la Luna que en la isla de Pedro I. Así de remotas, así de alejadas, así de misteriosas son las cincuenta islas que Judith Schalansky elige para cartografiar, reimaginar y presentarnos en este atlas tan deslumbrante que seguramente más de uno comprará para regalar y se lo acabará quedando. 
Ah, y una nota muy importante: hay, en la exploración de Schalansky, una voluntad poética que se aleja del atlas meramente geográfico, documental. Véase el subtítulo del libro: "Cincuenta islas en las que nunca estuve y a las que nunca iré". Quizás pueda decirse de otra manera: los viajes siempre son más intensos en nuestra mente. Y por eso Schalansky entreteje relatos y hechos inexplicables y hasta increíbles con mapas y documentos reales, creando un proyecto donde de golpe ya no importa demasiado corroborar nada, sino creer, hacer el pacto, y visitar las islas.

* * *

Por si se va la luz, de Lara Moreno. (Lumen)





La primera novela de Lara Moreno (Sevilla, 1978) ha conquistado a los libreros: ha sido elegida Nuevo Talento Literario Fnac y recomendada una y otra vez en librerías.

Dos estaciones –invierno y verano– y dos personajes, Martín y Nadia, se alternan y recorren esta novela que plantea más preguntas que respuestas y que nace de «una de las obsesiones que teníamos hace años, porque ahora parece que no importa a nadie, como el cambio climático y la escasez de recursos». El resultado es un tejido de voces y reflexiones y un sorprendente final.
«Entonces, cuando es de noche y Martín posa su mano sobre uno de mis muslos, le pregunto: ¿Hemos venido aquí a ser viejos?»

* * *

Por el camino de Swan, de Marcel Proust. 1913-2013





Sin dudas, el clásico francés del siglo XX,  En busca del tiempo perdido se inicia en 1913 con la publicación de Por el camino de Swan. Los resortes inexplicables del tiempo, la memoria y la experiencia están en este primer tomo condensados en la famosa escena de la magdalena, cuyo sabor desata los recuerdos más inesperados.

El 14 de noviembre de este año se cumplió un siglo de la primera edición de Por el camino de Swann, y el inicio de uno de los ciclos narrativos más importantes de la Literatura Universal. Para quienes ya hayan recorrido los laberintos mnemónicos de Proust, este es un buen momento para revisitarlos. Para quienes no lo hayan hecho, siempre es bueno tener grandes libros pendientes, ¿no?
Y para quienes no quieran todavía sumergirse en los siete monumentales tomos, recomendamos un breve ensayo, Sobre la lectura, del querido Marcel, que preludia ya el estilo de En busca del tiempo perdido.


«Quizá no hubo días en nuestra infancia más plenamente vividos que aquellos que creímos dejar sin vivirlos, aquellos que pasamos con un libro favorito.»

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Albert Camus. Centenario de su nacimiento.



Este 7 de noviembre, de haber gozado de la longevidad que queremos para nuestros clásicos, Albert Camus hubiese cumplido 100 años. 
En 1944 le fue otorgado el Premio Nobel de Literatura por «el conjunto de una obra que pone de relieve los problemas que se plantean en la conciencia de los hombres de hoy». Entre esa obra se encuentra El extranjero, con toda probabilidad su obra más popular y leída, pero también otras dos obras que recomendamos como celebración de este centenario. 


El exilio y el reino, una colección de relatos cuyo hilo conductor es el exilio -en varias de sus posibles formas- que viven los protagonistas a través de la idea de la existencia y la fraternidad humana.
En El mito de Sísifo parte de la historia mitológica para abordar cuestiones como las del suicidio, el valor y el sentido de la vida ante el esfuerzo incesante y aparentemente inútil del hombre. La cita que abre el ensayo resume la idea central que discutirá y, a la vez, cierra esta recomendación libresca. Ahora queda lo mejor, ¡a leer!
«No te afanes, alma mía, por una vida inmortal, pero agota el ámbito de lo posible.»






lunes, 11 de noviembre de 2013

La poesía encuentra el 'Teatro de sombras': Los versos de Adolfo Burriel en Zaragoza

Este miércoles la poesía llega al Teatro Principal de Zaragoza. Adolfo Burriel nos visitará junto a sus musas para presentar su nuevo poemario Teatro de sombras, publicado por Ediciones Vitruvio.
Burriel es uno de nuestros poetas zaragozanos favoritos. Aunque nacido en Soria, Zaragoza lo ha adoptado y lo acoge nuevamente en su Teatro Principal para conversar sobre versos, poetas, poesía y literatura junto al editor Pablo Méndez y el escritor y profesor José Luis Rodríguez.
Además, podremos escuchar los versos de Teatro de sombras en las deliciosas voces de María José Moreno y  Luis Felipe Alegre.



Burriel es autor de varios poemario: Furtivos días (Editorial Algaida, 2005), galardonado con el Premio Alegría José Hierro en el 2005; Cuadros de una exposición (Veruela Poesía, 2007), ganador del Premio Ángaro 2007. Del mismo año es La memoria es el viaje, publicado por Editorial Vitruvio. En el 2010 publicó Colores desunidos (Editorial AbeZetario), que se hizo con el premio Flor de Jara.
Con toda esta obra por detrás llega este miércoles Adolfo Burriel, y para la ocasión nos preparamos con algunos de sus versos más filosos, certeros y, por supuesto, hermosos:

La historia empieza con el fuego...
La historia empieza con el fuego,
sigue en el paraíso,
conoce algo más tarde la desgracia
del ángel,
maldice pronto el beso y los desnudos,
desune los colores,
toma prestados
del alma los olvidos.

La historia que comienza con el fuego
acaba ciegamente
donde compiten
el crimen y la aurora.
                                     (De Colores desunidos)
*  *  * 

...con qué secreto...

…con qué secreto
a qué tibia antesala,
 en qué aldea del aire las arañas
hilan la nada duradera…
                                      (De Colores desunidos)

*  *  * 

 Jardines de Verlaine La diosa,
violada por la luz,
agita
la trémula lujuria del recuerdo,
 desnuda bailarina de cristal.
                                      (De Furtivos días)
*  *  * 

That's allright
Déjalo
estremecer el caos,
arrebatar el fuego,
sin dioses,
balancear los vientos,
devorarnos.
                                     (De Furtivos días

*  *  * 


Mi fiel caballo rojo
Mi fiel caballo rojo
ama las lejanías,
turban sus alas
la belleza del ángel,
hilos azules cierran
el viejo laberinto,
frágiles vientos
se llevan sus relinchos,
pero cabalga,
igual que la distancia que se olvida
en el ensueño de otros viajes.
                                     (De La memoria es el viaje
Más versos este miércoles a las 20 horas en el Teatro Principal de Zaragoza. ¡Obligatorio asistir con musas y con ganas de emoción!

miércoles, 6 de noviembre de 2013

«Imagino la librería del futuro con espacios de lectura. Sin Wi-Fi.» Jorge Carrión redescubre y reivindica las librerías.

Desde una librería en Guatemala hasta la mítica Shakespeare and Company de París, dando la vuelta al globo hasta volver al mercado de San Antonio de Barcelona, Jorge Carrión ha conseguido en Librerías cartografiar el complejo y romántico mundo de las librerías, y, como no podía ser de otra manera, se ha convertido en uno de nuestros ensayos favoritos de este año.
Jorge Carrión es autor de crónicas de viaje (La Brújula; Australia, un viaje), de la novela Los muertos y del ensayo sobre teleseries TeleshakespeareLibrerías fue finalista del premio Anagrama de Ensayo 2013.
El próximo jueves 7 de noviembre nuestra librería recibirá al viajero. Jorge Carrión nos visitará para presentar Librerías y conversar con nosotros sobre todos los temas que orbitan este apasionante universo. Para prepararnos para la ocasión, entrevistamos a Carrión. ¡Y nos vemos el jueves!

foto: Oskar Montero

En Librerías confluyen los dos géneros más trabajados por ti: el ensayo y la crónica de viaje. Afirmas que: «cada librería condensa un mundo», y más adelante te refieres a todas las librerías como partes de un mapamundi, y añades: «Mejor dicho: un mapa de mi mundo. Y por tanto sometido a mi propia biografía». ¿Es la autobiografía un tercer género que nutre Librerías? ¿Hay en el ensayo unas memorias de Jorge Carrión cifradas en la constelación de librerías que revisitas?

Sin duda. Pero intento que el foco no esté en mí, sino en el auténtico protagonista de mi libro, las librerías. Recordar que son mis librerías es un ejercicio de honestidad: no conozco todas las librerías del mundo, ni siquiera las más importantes. De modo que mis vivencias y mis recorridos son el hilo conductor. Hay quien ha visto en el libro una educación sentimental, una novela de formación, y en esa dimensión, digamos, estructural, estaría lo autobiográfico.

Tu ensayo oscila entre la celebración de las librerías y el señalamiento de ciertos peligros para su supervivencia. El caso de la Llibrería Catalònia, al que dedicas unas sentidas páginas en tu libro, es un ejemplo de esto último: ¿qué impresiones del futuro de las librerías tienes tras tu extensa investigación, tanto histórica como geográfica?

Como no me he acercado al fenómeno desde un punto de vista estadístico, no puedo saber si ahora cierran o no más librerías que antaño, aunque intuyo que sí, pero no puedo estar seguro, porque también abren muchas nuevas... En cualquier caso, trato de esquivar el apocalipsis, la melancolía, la nostalgia, o contrapesarlos, al menos, con la esperanza y la fe en la reinvención, en la adaptación. Y eso pasa, necesariamente, por una redimensión de la librería. Para mí ya no tiene sentido la gran superficie de novedades. Pero sí, en cambio, espacios tradicionales, mínimos; o grandes, espectaculares, donde también haya libros antiguos o joyas bibliográficas, además de exposiciones, conferencias, etc.

En la misma línea de la pregunta anterior: a lo largo de tu ensayo te refieres a las librerías desde un punto de vista humanista y, quizás, incluso romántico. Hablas de ellas como “máquinas del tiempo”, como “embajadas sin bandera” y mencionas una conversación con César Aira donde las describe como lugares de reunión de intelectuales. ¿Es esa la esencia irremplazable de una librería con respecto a, por ejemplo, una tienda virtual o la sección de libros de un centro comercial? ¿Hay en esa idea una intención de salvación de las librerías?

En efecto, la comunidad emocional, física, sensorial, encarnada en clubes de lectura o en presentaciones de libros o en experiencias colectivas... El latido de la librería tiene que ver con la interacción de voces y cuerpos. El hecho de que pasemos buena parte del día conectados nos va a llevar a la necesidad de espacios sin conexión virtual, donde todo sea exclusivamente físico. La librería, creo, tiene que reivindicar esa cualidad. Imagino la librería del futuro con espacios de lectura. Sin wi-fi.

Como libreros que somos, no podemos más que celebrar que tu ensayo orbite las librerías. ¿Qué factores o causas crees que han determinado que las librerías no sean temas de ensayo ni, como indicas en el libro, figuren como puntos de interés turístico o cultural de las ciudades donde se encuentran?

Supongo que la inercia. La lógica académica y ensayística es la insistencia: cuando un tema, un objeto, una figura pasan a ser topos, lugares comunes, tópicos, la propia inercia lleva a insistir en ellos. En las ruinas jesuitas del norte argentino descubrí que las letrinas eran llamadas antiguamente "lugares comunes". Yo apuesto justamente por lo contrario: por tratar de adueñarme de temas y de estrategias que no han sido previamente legitimadas. En Los muertos y en Teleshakespeare lo hice con las series de televisión, cuando todavía no tenían prestigio de alta cultura. Ahora lo he hecho con las librerías. Es una apuesta de alto riesgo. Pero gratificante a medio y largo plazo.

Afirmas en Librerías que «las culturas no pueden existir sin memoria, pero tampoco sin olvido. Mientras que la biblioteca se obstina en recordarlo todo, la Librería selecciona, desecha, se adapta al presente gracias al olvido necesario». Cierras tu ensayo con la historia de David Markson, el escritor que dejó ordenes en su testamento para que su biblioteca se vendiera en la gigantesca librería The Strand, de Nueva York, lo que sugiere la idea de una disolución de esa memoria perfecta que quiere ser la biblioteca. Lo que nos lleva a preguntarte: ¿Cuál será el destino de la biblioteca de Jorge Carrión?

Quién sabe. Espero llegar a viejo y encontrarme en un mundo en que la biblioteca personal ya no signifique lo que significa ahora. Pero sí espero morir rodeado de algunos de mis libros, los más subrayados, los que me acompañan, y los que voy añadiendo a esa familia...

 Este jueves continua la conversación. Os esperamos en Librería Cálamo, a las 20hs. ¡Hasta entonces!




viernes, 1 de noviembre de 2013

Librería Cálamo: 30 años rodeados de amigos y libros

Y llegó la fecha señalada, el pasado 25 de octubre. Nervios, ilusión, últimos preparativos y muchas ganas de juntarnos con todos aquellos que han hecho y siguen haciendo posible el viaje librero de Cálamo, nuestra librería zaragozana. Porque este pasado mes de octubre cumplimos 30 años. Nos encontramos en el siempre activo y revulsivo Teatro de la Estación. Amigos, amigas, viejos conocidos y caras nuevas, editores, libreros, lectores... Fue emocionante poder reunir todas aquellas personas que han significado tanto para Cálamo a lo largo de estas tres décadas. Aportando su granito de arena en los inicios, viniendo a hablar con nosotros sobre sus libros predilectos o acudiendo a presentar su última novela. Cada paso por Cálamo lo hemos vivido como un guiño a lo que más nos gusta: leer buenos libros y compartir la experiencia lectora para enriquecerla todavía más. 




La noche del 25, en intervenciones sucesivas, los amigos y amigas de Cálamo ofrecieron una breve historia o reflexión sobre lo que representan las librerías en su vida, y el acto de la lectura. Hubo risas, emociones y mucha alegría. Hubo literatura y buen vino. Sonrisas, conversaciones nostálgicas y también sobre los convulsos tiempos futuros. El teatro lleno y nosotros felices, agradecidos y con muchísimas ganas de otros treinta, sesenta, mil años más.

¡Gracias amigos!




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