Mostrando entradas con la etiqueta Ensayo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Ensayo. Mostrar todas las entradas

viernes, 24 de abril de 2015

Seis ensayos para disfrutar de la no-ficción: Nietzsche y Pavese, una historia de la curiosidad y mucho más. ¡Cálamo recomienda!

¡Hay vida después de la ficción! En Cálamo hemos preparado una selección de recomendados para aquellos que quieran mezclar un poco de no-ficción entre las novelas, los cuentos y la poesía. 
Desde las coincidencias en la vida de Nietzsche y Pavese hasta una defensa del libro de papel, pasando por una –disculpad el juego de palabras– curiosa Historia de la curiosidad o una reflexión sobre Portugal, el vecino desconocido, aquí van seis recomendadísimos ensayos. ¡A leer!

* * *



En Turín, Nietzsche perdió la razón y Pavese se quitó la vida: esta es sólo una de las muchas y sutiles coincidencias entre estos dos iconos de la cultura del siglo XX.
Frédéric Pajak reconstruye esas coincidencias a través de una obra singular que combina la filosofía, la novela gráfica y la narrativa. 
Diferente y sugerente, La inmensa soledad es un “ensayo gráfico” sobre la vida de Nietzsche y Pavese, dos figuras que en apariencia –solo en apariencia- poco tiene que ver.  Un bellísimo libro y un afortunado reto creativo.




P.B. Shelley. Edita Pepitas de Calabaza.



Descubrir a Percy Bysshe Shelley, uno de los grandes poetas del romanticismo inglés junto a Keats o Lord Byron, como un pionero defensor de valores tan adelantados a su tiempo como el ateísmo, la organización de la lucha política, el vegetarianismo, la no-violencia, el amor libre o la condena de la pena de muerte: eso es lo que nos permite esta maravillosa selección de "textos de combate" escritos por el autor de Ozymandias.
Si el Romanticismo, como movimiento histórico, nace entre otras cosas como fuerza de rechazo contra el mundo creado por la revolución industrial, Shelley será sin duda el ejemplo más logrado de este ímpetu romántico de reconstrucción de la sensibilidad y la vida humana más allá de las coordenadas del capitalismo.



Alberto Manguel. Edita Alianza Editorial.




Una de las primeras frases que pronunciamos como niños es "¿por qué?".
En Una historia natural de la curiosidad confluyen largos años de lecturas, escritura y pensamiento alentados por una pasión y una vivacidad arrebatadoras: nada que pueda interesar a la curiosidad humana le es ajeno. Una propuesta única de seguir el rastro de esa primera pregunta, acompañado de pensadores, filósofos y otras figuras culturales. «Sentía curiosidad por la curiosidad»... ¿podía acaso empezar de otra manera esta obra?


Caroline Alexander. Edita Acantilado.



Sería difícil hallar un estudio más sólido, más vivo y más audaz de la Ilíada.
The New York Times

Un valioso homenaje al poema de Homero: compasivo, necesario, siempre estimulante.
The Guardian

La Iliada es la obra de que de manera más radical y reveladora muestra la sordidez de la guerra y la estupidez de los que la llevan a cabo. Tal es la tesis de este hermoso y sólido ensayo: lejos de centrarse en cuestiones tradicionales tratadas durante siglos por especialistas, pretende mostrar de manera radical aquello que la Ilíada nos revela sobre la guerra, una catástrofe que no sólo aniquila a los mejores guerreros sino que deja a niños huérfanos, destruye ciudades y arrasa civilizaciones enteras.



Carlos Taibo. Edita Los libros de la catarata.



Portugal: un país que de tan cercano a veces se nos pasa por alto. Carlos Taibo propone en Comprender Portugal una reflexión sobre Portugal para entender al país vecino y para acercarnos a su cultura portuguesa: la literatura, la lengua, la cocina, el fútbol... pero esta vez sin los prejuicios o las pre-fabricaciones del imaginario colectivo.


Roberto Casati. Edita Ariel



¿Está el libro de papel en peligro? ¿Quizás condenado a desaparecer? La respuesta que encontramos en Elogio del papel es rotunda y contundente: en absoluto.
Roberto Casati nos invita a plantar a las grandes corporaciones tecnológicas empeñadas en introducir sus productos para crear posibilidades de negocios y para introducirse de la manera más directa posible en la mente del lector y crearles nuevas necesidades.
El autor reivindica el libro clásico de papel como objeto que pone una frontera clara a las intrusiones constantes, a las posibilidades de distracción, y reivindica la necesidad de una lectura atenta para llegar a una comprensión necesaria de los textos.
Un libro valioso como defensa del libro y como nuevo enfoque del debate papel vs e-book.








domingo, 22 de febrero de 2015

Un libro como un arma de fuego: Gregorio Morán presenta en Cálamo El cura y los mandarines. Historia no oficial del Bosque de los Letrados

«En ocasiones los libros son como las armas de fuego: los carga el diablo. De manera sorpresiva se disparan y uno no sabe muy bien por qué, hasta que se da cuenta de que han herido supuestamente en su vanidad o en su honor (que a veces son lo mismo) a alguien que pasaba por allí. Los escritores disponen de unos instrumentos que de pronto se convierten en escopetas que dan en un blanco que jamás hubieran imaginado. Incluso de manera cómica le llenan el culo de perdigones –siempre molestos, aunque no letales– a tipos en los que jamás hubiera pensado que les pudiera afectar, porque suponía que estaban blindados frente a los efectos de la letra impresa.» 
— Gregorio Morán

El próximo martes 24 de febrero a las 19.30, Cálamo recibe a Gregorio Morán y un libro único: 10 años de investigación, un conflicto de censura cuando la publicación era inminente y un posterior cambio de editorial son algunos de los datos que anteceden a esta obra que aborda más de treinta años de relación entre la política y la cultura en España: El cura y los mandarines. Historia no oficial del Bosque de los Letrados. Cultura y política en España, 1962-1996 (Editorial Akal)




Esta obra nació de una pregunta insatisfecha: ¿Qué fue sucediendo para que los mandarines, las figuras críticas de nuestra cultura de los años sesenta, se fueran haciendo cada vez más conservadoras, hasta convertirse en institucionales? 
Una década de investigación, una documentación rigurosa y un estilo divulgativo definen esta obra exhaustiva que sobrepasa las 800 páginas. Gregorio Morán toma como hilo conductor la figura del Jesús Aguirre, que simboliza también la transformación de la esfera intelectual durante los años que nos ocupan.
La contraportada de Akal lo resume todo: «Una obra polémica, aguda y descarnada, El cura y los mandarines no dejará indiferente a nadie y será un hito indiscutible y una lectura ineludible en la interpretación y el magisterio de nuestra historia reciente».

El próximo martes tendremos la oportunidad de escuchar a Gregorio Morán en conversación con el escritor y traductor Francisco Úriz y el periodista y fotógrafo Gervasio Sánchez. ¡Os esperamos!

sábado, 28 de junio de 2014

La lista literaria de Cálamo con las propuestas para tus mejores libros de verano

Antes de que te vayas de vacaciones hemos hecho los deberes en Cálamo: rebuscar y seleccionar entre todas las novedades editoriales aquellas que te recomendamos especialmente para que, al fin, puedas disfrutar de largas tardes de lectura en tus merecidos días libres. Hemos incluido también la recomendación de dos vinos que encontrarás en nuestra librería y que servirán de acompañamiento ideal a tus viajes literarios. Bon voyage!



Novelas y relatos como geniales compañeros de ruta

Sangre en el ojo y Las infantas: dos títulos de una joven autora chilena, que enseña literatura en Nueva York y además tiene un sello independiente que se llama Brutas Editoras: Lina Meruane. Son tan frescos como el mejor helado.

Piedras en el vientre, de Jon Bauer.
Traducción de Carles Andreu.
Las australianas y australianos –gente dura, ya se sabe- se ha enternecido con esta divertida y extraña historia sobre la relación entre una madre y un hijo. Potente. Te pone moreno sin necesidad de tomar el sol.

La pasión de Enrique Lynch. Necrofucker, de Richard Parra.
Puede ser la revelación del año. Parra es peruano y debe de llevar en sus genes el rastro de la mejor literatura de su país. Nada más comenzar a leer su libro uno se da cuenta que es diferente y sobre todo bueno. Epatarás y quedarás genial si lo recomiendas.



Nos vemos allá arriba, Pierre Lemaitre.
Traducción de José Antonio Soriano.
Galardonada con el Premio Goncourt 2013, bendecida por la crítica y por los lectores. Una novela de las de antes, de esas que no admiten respiro. Un relato sobre el sufrimiento y la fuerza del ser humano ambientada en la Primera Guerra Mundial. Para acompañar con una buena cerveza y con mucho tiempo por delante.

Nadie nada nunca, de Juan José Saer.
Se reedita en España una de las mejores novelas del excepcional escritor argentino, Premio Cálamo en el año 2003. Conocer sus obras y haberlo tratado es una de nuestros mejores recuerdos. Léelo: nos lo agradecerás.

La vida ante sí, de Romain Gary.
Traducción de Ana María de la Fuente.
Se cumplen 100 años del nacimiento de Gary, un tipo excepcional. Un buen amigo y cliente nos recomendó esta novela. Si quieres disfrutar como cuando empezabas a descubrir la literatura, éste es tu libro. Lo tiene todo: humor, pasión, sentido trágico, temas, personajes...qué grande.

Monasterio, de Eduardo Halfon.
Un viaje absurdo de dos hermanos -guatemaltecos de origen judío- , a Israel. Un encuentro casual en el aeropuerto.  122 páginas. Así, sin más, poco te cuento. Así, sin más, te lo aconsejo fervientemente: seamos “halfonianos”.

El huérfano, Adam Johnson.
Traducción de Carles Andreu.
Tremendo. Ambientada en Corea del Norte. Una “distopía” que la crítica compara con 1984 o Un mundo feliz. Un relato de espías, una novela a la vez policiaca, política y de esas que llaman de iniciación. No la dejarás ni dentro de la piscina.

Los lanzallamas, Rachel Kushner.
Traducción de Amelia Pérez de Villar.
Años setenta en Nueva York y en Italia. La radicalidad de la juventud buscando nuevas experiencias y enfrentándose radicalmente al poder.  Deja huella.



Mal encuentro a la luz de la luna. El secuestro del general Kreipe en Creta durante la Segunda Guerra Mundial, de W. Stanley Moss.
Traducción de Dolores Payás.
Los británicos se meten en líos tremendos y lo cuentan como si fueran a la tienda de la esquina comprar galletas de té. Son así, qué le vamos a hacer. Alucinante...y admirable.

Nosotros caminamos en sueños, de Patricio Pron.
Te vacuna contra el belicismo, que buena falta hace. No sabes si reír o llorar. El relato alucinado de una mala pesadilla que se llamó “Guerra de las Malvinas”.

Poesía, John Berger.
Edición bilingüe acompañada de un CD que recoge la (fantástica) voz del autor recitando su obra. La faceta menos conocida de un clásico.

Los ensayos del verano

La historia del cuerpo humano. Evolución, salud y enfermedad, de Daniel E. Lieberman.
Un libro monumental, alabado por la crítica y la comunidad científica. Historia evolutiva y ensayo de interpretación. Impresionante.



El escritor en su paraíso. Treinta grandes autores que fueron bibliotecarios, de Ángel Esteban.
¿Qué tienen en común escritores tan diversos como Borges, Bataille, Rubén Darío, Casanova, Stephen King, Hölderlin, Musil, Onetti, Perec o Proust? Pues que todos fueron bibliotecarios en algún momento de su vida.

Goles y banderas. Fútbol e identidades nacionales en España, de Alejandro Quiroga Fernández de Soto.
El fútbol nos divierte.  El fútbol nos une y nos separa. El fútbol no es un mero deporte: es un espectáculo de masas que la política utiliza.

Aquellos años del boom. García Márquez, Vargas Llosa y el grupo de amigos que lo cambiaron todo, Xavi Ayén.
En Barcelona de 1967 a 1976 se gestó uno de los movimientos literarios globales más importantes del siglo XX. Apasionante.

A la carta. Cuando la correspondencia era un arte. Selección y prólogo de Valentí Puig.
Recuerda: hubo un tiempo en que nos sentábamos en una mesa y pertrechados de pluma o bolígrafo escribíamos ¡cartas! Una ecléctica y atractiva muerta del arte epistolar.

La sociedad de la transparencia.  La sociedad del cansancio. La agonía del eros, de Byung-Chul Han.
Filósofo alemán de origen coreano, dotado de una asombrosa finura de pensamiento. De manera tan sencilla como profunda analiza la imperante sociedad neoliberal.

MUY ESPECIALES (ilustrados, cómics...)

Mansa chatarra, de Francisco Ferrer Lerín.
Uno de los libros del año. Por un lado la escritura inquietante, genial y surrealista de Ferrer Lerín. Por otro lado el diseño, la maquetación y el concepto del volumen made in Jekyll& Jill. Combinación insuperable.

Los viajes de Gulliver, de Jonathan Swift. Ilustraciones de Javier Sáez Castán.
La enorme creatividad del oscense Javier Saéz ilumina el clásico. Un libro de fondo de armario.

Cómics. Una historia global, desde 1968 hasta hoy, de Dan Mazur y Alexander Danner.
Visión amplia y detallada del arte del cómic. Para los que ya lo aman o para los que quieren iniciarse en él.
R. Crumb. Entrevistas y cómics
Y si hablamos de cómic pocos artistas tan subversivos como Robert Crumb. Cinco largas entrevistas con uno de los padres del noveno arte. Muy –cómo no- ilustrado.

Sin título, de Cameron Stewart.
¿Y si tu abuelo, aquel con el que paseabas por el parque, hubiera tenido una doble vida? Novela gráfica que bebe tanto del thriller cono del relato autobiográfico.

Degenerado, Chloé Cruchaude.
Narra la historia de una extraña pareja en el París de los años 20: una mujer y su marido travestido para esconder su condición de desertor. Obra que ha ganado los premios de cómic más importantes en
Francia.

Ilustración de Kike de la Rubia.


Infieles y adulterados. Cuentos de adulterio de Juan José Millás.
Tremenda historia de poligamia: un escritor y catorce ilustradores (Pablo Auladell, Enrique Flores, Alberto Gamón, Paco Roca, Eva Vázquez, Antonio Santos...).

¡Editorial del verano en Cálamo! 
Madrileña de pro, fundada en 1996, Trama es una singular aventura editorial independiente en la que se han mirado muchos de los jóvenes (y mediáticos)  editores independientes españoles. Dirigida con paciencia, tesón y esmero por Manuel Ortuño. Manuel es un hombre imprescindible dentro del panorama del libro en español. Ejerce de editor, dirige la Asociación de Revistas Culturales de España ARCE, publica la revista Trama & Texturas, organiza cursos de formación en el sector del libro, etc. Además ama la conversación inteligente y la buena vida.
Durante este mes Cálamo dedicará una de sus góndolas a destacar los libros publicados por Trama Editorial: elegantes y  tan bien seleccionados como editados.
Y una de sus autoras, Alejandra Díaz-Ortiz nos visitará, acompañada por su editor,  el 10 de julio para presentarnos su último libro (ver convocatorias).

50 AÑOS DE ALFAGUARA
La mejor manera de celebrar el cincuenta aniversario de Alfaguara es exponer una selección de su fondo bibliográfico: así lo estamos haciendo.
Alfaguara no es solo la editorial de muchos de los más influyentes escritores contemporáneos (Vargas Llosa, Berger, Yourcenar, Saramago, Talese, Llamazares, Marías,...)  Es también un referente cultural y vital para varias generaciones de lectores españoles e iberoamericanos.
Esperamos y deseamos que su patrimonio bibliográfico se consolide y aumente.¡ Larga vida a Alfaguara Editorial!

VINOS DEL MES
Con el calor apetecen los blancos frescos, de entrada fácil y gusto persistente.
Hacienda López de Haro. Rueda 2013. Intensos aromas frutales y matices herbáceos. Elegancia y suavidad. 
Lagar da Condesa. D.O. Rías Baixas 2013. Un buen albariño. Parte fermentado en barrica de roble francés. Con afán de perdurar. 
Aroa Laia. D.O. Navarra 2013. De agricultura ecológica elaborado íntegramente con garnacha blanca. 

Las sorpresas veraniegas de CÁLAMO INFANTIL 
Leer, en sí mismo, no te hace mejor. Pero la ausencia de lectura si te hace, sin duda, más crédulo y sumiso. Si quieres que tus hijos, nietos o sobrinos lean te damos una fórmula sencilla: visita con ellos bibliotecas y cómprales buenos libros. Las libreras y libreros de Cálamo amamos nuestro oficio y estamos para poder ayudarte y aconsejarte.



¿Conoces la colección Mamut de Bang Ediciones?
Mamut es una colección de comics diseñada y pensada exclusivamente para los más pequeños. Está dividida en tres series: para mayores de 3 años que aún no saben leer, para mayores de 6 años que empiezan a leer y para mayores de 9 años, lectores consolidados.
Lo que une esta colección es un dibujo y una narración modernos para entusiasmar tanto los niños como sus padres.

Algunos de sus títulos: Superpatata de Artur Díaz Martínez; El pequeño Olaf de Pep Brocal; Super Pótamo de David Cali o La caca mágica de Sergio Mora.


¡Os esperamos para compartir lecturas y viajes!

domingo, 9 de febrero de 2014

«Las tecnologías “librescas” tendrán que crecer un poquito más para convertirse en una oposición seria que le haga un feo de verdad a Gutenberg». Entrevista a Víctor Moreno.

Llega a Cálamo un auténtico provocador: Víctor Moreno Bayona. Es escritor, profesor de literatura y crítico literario, y nos visitará para presentar su último libro: Cómo sé que valgo para escritor (Editorial Pamiela). Un ensayo cargado de ironía que analiza de una manera muy particular y con un estilo ácido y sin pelos en la lengua los procesos a través los cuales alguien puede reconocerse, legitimarse, y convertirse en escritor.
Con una pluma que no perdona, Victor Moreno aborda los distintos tipos de estereotipos del escritor –el escritor de culto, el maldito, el clandestino–, el mercado editorial, el papel de la crítica y los premios.
El autor nos visitará este miércoles a las 20 horas, en compañía del escritor y profesor universitario José Luís Rodríguez García. Para prepararnos, conversamos con él en una breve entrevista:


Víctor Moreno, autor de Cómo sé que valgo para escritor

Una frase de Vila-Matas afirma que “Escribir es dejar de ser escritor”. ¿Cree que es así?

La frase es una melonada sintagmática, como tantas otras que recojo en el libro. Pero, si se quiere más precisión conceptual, diría que es una frase digna de una filosofía críptica, solo inteligible para iniciados. Su autor necesitaría un sesudo ensayo para hacerla comprensible.
La frase ni define qué es escribir, ni qué es ser escritor. Cuando nos olvidamos de la reflexión exacta y rigurosa, bordeamos el oscurantismo. Es posible que el escritor catalán valore la frase como un profundo enigma literario. Si lo es, seguro que la copió de algún otro escritor.

En muchas partes del libro se utiliza la segunda persona del singular, por ejemplo en el siguiente pasaje: «Si sigues escribiendo a pesar de que no te reconozcan como escritor, no lo dudes un átomo: eres escritor». ¿Quién es ese interlocutor al que parece dirigirse? ¿Tenía un tipo de lector en mente al escribir el libro? ¿Futuros escritores, quizás?

Se trata de un recurso retórico sencillo y elemental para estar más cercano al lector más o menos implícito, y mantener con él un grado de complicidad mayor con lo que, de forma irónica y sarcástica, le voy contando.

No. No he pensado en un destinatario concreto y objetivo. Pero cualquiera que comience a escribir seguro que en el libro encuentra muchos guiños complacientes con el intento de aspirar a ser escritor.

Con las nuevas tecnologías hay muchas maneras de que cualquiera publique su obra al margen del mercado editorial tradicional. ¿Cómo ve estos nuevos caminos? 

Los veo, sin más. Las personas tenemos un impulso semi-genético que nos impulsa a ser poco pudorosos con lo que pensamos y sentimos. Hablamos demasiado, de uno mismo y de los demás. Precisamente, estas nuevas tecnologías explotan de un modo obsceno esa capacidad narcisista del ser humano. Lo más lógico para la salud personal sería pasar desapercibido, pero nos empeñamos en que el resto del mundo aprecie en vivo y en directo la cantidad de imbecilidades que somos capaces de pergeñar en párrafos tan breves.
En cuanto al mercado editorial tradicional, debería sentirse muy tranquilo. Las tecnologías “librescas” tendrán que crecer un poquito más para convertirse en una oposición seria que le haga un feo de verdad a Gutenberg. En cualquier caso, la consigna sería coexistir sin que la sangre de la letra llegue al río del papel o del chip. Ni apocalípticos, ni integrados. A ser posible, andróginos y ornitorrincos.




¿Cuál es la responsabilidad y el papel del crítico literario en la actualidad?

Ninguna ni ninguno. Y es mejor que los críticos no se figuren que tienen una responsabilidad. Sería horrible. Para ellos mismos, para los lectores y para la literatura. Nadie les ha dicho que sean críticos, ni ninguna institución universitaria les ha dado el título como tales. La crítica literaria es superflua y banal. Ni mejora la literatura y, lo que es peor, ni a los propios críticos. Precisemos. La crítica literaria tampoco es responsable de la situación actual de la literatura, ni nunca lo será. Sería atribuirles un papel demasiado importante. Solo es responsable de su pedantería y de un estilo lleno de estereotipos y dé tópicos. Hoy día, leer crítica literaria es llorar. Los críticos son los eunucos de la literatura, que decía Steiner. Se suele decir que la culpa es del Mercado, quien con sus largas manos mercantiles los ha transformado mensajeros de la publicidad. Pero no es verdad. Son los propios críticos los responsables de su negligencia crítica y de su falta de compromiso con lo que ellos llaman, y tiene mucha gracia que la llamen así, literatura con mayúsculas.

¿Cómo ve el trabajo de editoriales independientes que apuestan por nuevos formatos? Libros ilustrados, e-books…

No tengo formada una opinión, ni aproximada ni cercana del hecho, entendido como fenómeno sociológico, económico y cultural, y de las repercusiones que pueda tener en los lectores y en la teórica consideración de la literatura como concepto. La verdad es que soy incapaz de analizar panoramas generales, situaciones globales y fenómenos sociales colectivos. Pero, tampoco, voy a decir que por ser un “trabajo de editoriales independientes” el juicio crítico haya de ser más permisivo o menos ácido. Ser independientes no es garantía de nada. La chapuza no es incompatible con ninguna situación de producción y de recepción literaria.

Suele decirse que escribir no es una opción tanto como una obligación que le sobreviene al escritor, un deseo irrefrenable... ¿Cree que es así?

Sí… y de un rapto de las musas que te cogen de los pelos y te hacen escribir como al profeta de la biblia al que Yahvé le susurraba palabras santas al oído. Escribir es una opción como otra cualquiera. Ni mejor ni peor que la de ser barrendero si es que uno encuentra trabajo como tal. Hay que prescindir de cualquier mixtificación de la escritura. Los “oulipistas”, entre ellos Queneau y Perec, decían que la inspiración estaba en el culo, es decir, en el trabajo. ¿Obligación? ¿Quién escribe por obligación? Quien escriba por obligación, porque si no lo hace se moriría, como dice Rosa Montero, deberían abandonar este barco y dedicarse al macramé o a la papiroflexia. A la gente que llega a la literatura y dice que sufre un espasmo cada vez que no encuentra el adjetivo adecuado para caracterizar el bigote de un personaje, tendría que dedicarse a sexar gallinas.

Una pregunta como profesor de literatura: ¿cómo se aprende a escribir literatura? ¿Es posible enseñar a escribir una obra literaria?

Se aprende a escribir literatura escribiendo de forma literaria. Y, por tanto, claro que es posible enseñar a escribir una obra literaria. No se aprende a escribir escribiendo sin más. Hay que hacerlo con una intención y siendo conscientes de por qué y para qué escribo. Para ello, y hablando en términos didácticos, el mejor sistema para aprender a escribir literatura es imitar y transformar textos literarios, sean de Homero, de la Biblia, de Cervantes, de Sterne, de Joyce, de Proust, de Flaubert, de Tolstoi, de Galdós, de Baroja, de Cortázar, de Borges y de los Milagros de Nuestra Señora, de Berceo.

«Una vez que hayamos imitado y transformado textos literarios ajenos, y habernos apropiado de una sintaxis intencionada personal, estaremos en condiciones de escribir nuestros propios textos. La literatura se alimenta de literatura.»

Y, como libreros que somos, una última pregunta: ¿Qué libros ha leído en el último tiempo? ¿Alguna recomendación?

He leído de Virginia Woolf, Leer o no leer y otros escritos; de Agamben, El sacramento del lenguaje; ¿Cultura o barbarie?, publicado por editorial Mira; Euforismos, de Julien Torma; de José Luis Rodríguez, El tercer concierto; de Miguel Sánchez Ostiz, El escarmiento y he releído algunas obras Terencio y de Tito Livio y otras más que no recito porque el secreto de aburrir consiste en soltar una retahíla de nombres sin ton ni son. ¿Recomendación? La vida secreta de Walter Mitty, de James Thurber.


Continuamos la conversación el miércoles 14 de febrero a las 20 horas en Cálamo. ¡Te esperamos!

miércoles, 6 de noviembre de 2013

«Imagino la librería del futuro con espacios de lectura. Sin Wi-Fi.» Jorge Carrión redescubre y reivindica las librerías.

Desde una librería en Guatemala hasta la mítica Shakespeare and Company de París, dando la vuelta al globo hasta volver al mercado de San Antonio de Barcelona, Jorge Carrión ha conseguido en Librerías cartografiar el complejo y romántico mundo de las librerías, y, como no podía ser de otra manera, se ha convertido en uno de nuestros ensayos favoritos de este año.
Jorge Carrión es autor de crónicas de viaje (La Brújula; Australia, un viaje), de la novela Los muertos y del ensayo sobre teleseries TeleshakespeareLibrerías fue finalista del premio Anagrama de Ensayo 2013.
El próximo jueves 7 de noviembre nuestra librería recibirá al viajero. Jorge Carrión nos visitará para presentar Librerías y conversar con nosotros sobre todos los temas que orbitan este apasionante universo. Para prepararnos para la ocasión, entrevistamos a Carrión. ¡Y nos vemos el jueves!

foto: Oskar Montero

En Librerías confluyen los dos géneros más trabajados por ti: el ensayo y la crónica de viaje. Afirmas que: «cada librería condensa un mundo», y más adelante te refieres a todas las librerías como partes de un mapamundi, y añades: «Mejor dicho: un mapa de mi mundo. Y por tanto sometido a mi propia biografía». ¿Es la autobiografía un tercer género que nutre Librerías? ¿Hay en el ensayo unas memorias de Jorge Carrión cifradas en la constelación de librerías que revisitas?

Sin duda. Pero intento que el foco no esté en mí, sino en el auténtico protagonista de mi libro, las librerías. Recordar que son mis librerías es un ejercicio de honestidad: no conozco todas las librerías del mundo, ni siquiera las más importantes. De modo que mis vivencias y mis recorridos son el hilo conductor. Hay quien ha visto en el libro una educación sentimental, una novela de formación, y en esa dimensión, digamos, estructural, estaría lo autobiográfico.

Tu ensayo oscila entre la celebración de las librerías y el señalamiento de ciertos peligros para su supervivencia. El caso de la Llibrería Catalònia, al que dedicas unas sentidas páginas en tu libro, es un ejemplo de esto último: ¿qué impresiones del futuro de las librerías tienes tras tu extensa investigación, tanto histórica como geográfica?

Como no me he acercado al fenómeno desde un punto de vista estadístico, no puedo saber si ahora cierran o no más librerías que antaño, aunque intuyo que sí, pero no puedo estar seguro, porque también abren muchas nuevas... En cualquier caso, trato de esquivar el apocalipsis, la melancolía, la nostalgia, o contrapesarlos, al menos, con la esperanza y la fe en la reinvención, en la adaptación. Y eso pasa, necesariamente, por una redimensión de la librería. Para mí ya no tiene sentido la gran superficie de novedades. Pero sí, en cambio, espacios tradicionales, mínimos; o grandes, espectaculares, donde también haya libros antiguos o joyas bibliográficas, además de exposiciones, conferencias, etc.

En la misma línea de la pregunta anterior: a lo largo de tu ensayo te refieres a las librerías desde un punto de vista humanista y, quizás, incluso romántico. Hablas de ellas como “máquinas del tiempo”, como “embajadas sin bandera” y mencionas una conversación con César Aira donde las describe como lugares de reunión de intelectuales. ¿Es esa la esencia irremplazable de una librería con respecto a, por ejemplo, una tienda virtual o la sección de libros de un centro comercial? ¿Hay en esa idea una intención de salvación de las librerías?

En efecto, la comunidad emocional, física, sensorial, encarnada en clubes de lectura o en presentaciones de libros o en experiencias colectivas... El latido de la librería tiene que ver con la interacción de voces y cuerpos. El hecho de que pasemos buena parte del día conectados nos va a llevar a la necesidad de espacios sin conexión virtual, donde todo sea exclusivamente físico. La librería, creo, tiene que reivindicar esa cualidad. Imagino la librería del futuro con espacios de lectura. Sin wi-fi.

Como libreros que somos, no podemos más que celebrar que tu ensayo orbite las librerías. ¿Qué factores o causas crees que han determinado que las librerías no sean temas de ensayo ni, como indicas en el libro, figuren como puntos de interés turístico o cultural de las ciudades donde se encuentran?

Supongo que la inercia. La lógica académica y ensayística es la insistencia: cuando un tema, un objeto, una figura pasan a ser topos, lugares comunes, tópicos, la propia inercia lleva a insistir en ellos. En las ruinas jesuitas del norte argentino descubrí que las letrinas eran llamadas antiguamente "lugares comunes". Yo apuesto justamente por lo contrario: por tratar de adueñarme de temas y de estrategias que no han sido previamente legitimadas. En Los muertos y en Teleshakespeare lo hice con las series de televisión, cuando todavía no tenían prestigio de alta cultura. Ahora lo he hecho con las librerías. Es una apuesta de alto riesgo. Pero gratificante a medio y largo plazo.

Afirmas en Librerías que «las culturas no pueden existir sin memoria, pero tampoco sin olvido. Mientras que la biblioteca se obstina en recordarlo todo, la Librería selecciona, desecha, se adapta al presente gracias al olvido necesario». Cierras tu ensayo con la historia de David Markson, el escritor que dejó ordenes en su testamento para que su biblioteca se vendiera en la gigantesca librería The Strand, de Nueva York, lo que sugiere la idea de una disolución de esa memoria perfecta que quiere ser la biblioteca. Lo que nos lleva a preguntarte: ¿Cuál será el destino de la biblioteca de Jorge Carrión?

Quién sabe. Espero llegar a viejo y encontrarme en un mundo en que la biblioteca personal ya no signifique lo que significa ahora. Pero sí espero morir rodeado de algunos de mis libros, los más subrayados, los que me acompañan, y los que voy añadiendo a esa familia...

 Este jueves continua la conversación. Os esperamos en Librería Cálamo, a las 20hs. ¡Hasta entonces!




martes, 22 de octubre de 2013

«Hay que cuestionar en serio y con rigor la sociedad del espectáculo» Daniel Moreno, fundador de Capitán Swing

Daniel Moreno (Madrid, 1981) fundó Capitán Swing en el año 2009. Casi cinco años después, la editorial se ha erigido como un referente del ensayo de izquierdas -la línea inaugural del capitán- a la vez que ha añadido a su catálogo a clásicos como Mailer o Faulkner. Al mismo tiempo, se suma a toda una generación de editoriales jóvenes que recuperan la posibilidad que tiene el libro de ser un objeto bello en sí mismo, y otorga a la maquetación, el diseño y la textura una importancia que no se ve en otras editoriales tradicionales, y menos aún en aquellas dedicadas al género ensayístico.
Con ustedes, el hombre detrás del capitán.



Las ediciones de Capitán Swing se caracterizan por ser sumamente eclécticas. Este año hemos podido leer desde Fitzgerald a Whitman, pasando por Varoufakis y su El Minotauro Global. Economía, política o arte, actualidad y clásicos del siglo XX. ¿Cómo organizas el planning de las publicaciones? ¿Cuáles son las vías que crees que han funcionado mejor y por las que seguirás apostando?

La miscelánea que caracteriza a la editorial surge de la gran cantidad de temáticas y narraciones que nos interesan. Nos gusta acercarnos a eso que antes se llamaba “verdad” desde diversos planos. Además creemos -o así nos parece, al menos a nosotros-, que hay nexos y lazos comunes en casi todos los libros que publicamos, vengan tanto de la ficción como del ensayo. Más que nada, la intención de la línea editorial es intentar recolocar lo literario en un espacio más amplio. La editorial se identifica (y sobre todo es identificada) con el ensayo de corte más político, y eso hace que esta parte sea la más reconocible por la gente y la que mejor nos funciona. De nosotros depende que otras apuestas que no son tan identificables consigan ese reconocimiento. El planning casi siempre sigue una pauta que mezcla textos universales y atemporales con narraciones más contemporáneas y del momento concreto, pero no queremos tampoco que el proyecto se encasille y se convierta en una tumba o en una especie de think-tank o gueto. De ahí la convivencia en el catálogo de autores y temáticas tan aparentemente dispares pero que en su conjunto dicen bastante de lo que para nosotros es la literatura.

En este sentido, ¿qué criterios sigues al elegir un autor para el catálogo de Capitán Swing?

Sería difícil explicar los criterios “subjetivos” por los que a veces optamos por un libro y no por otro. La clave siempre suele estar en la lectura. Cuando uno lee para editar enseguida está ya haciendo valoraciones editoriales y busca contestaciones y respuestas propias: qué hay de parecido en el sector editorial, en qué no se parece o diferencia de lo demás, ¿funcionaría o no?, ¿es el momento de algo así? Los criterios “objetivos” son un poco más claros. Aunque publicamos autores que en muchos casos ya están consagrados, la tónica general a la hora de cribar suele ser explorar aquellas apuestas y propuestas que se salgan de los márgenes editoriales y comerciales establecidos y sobre todo que cuestionen de una manera rigurosa y poco ociosa la actual sociedad del espectáculo. Teniendo claro que la editorial (como cualquier otra empresa) depende de los resultados, intentamos, en la medida de lo posible, abstraernos y que nuestra mirada sobre los manuscritos no varié a ese respecto.

Con la crisis, el boom de ensayos con el crash económico de fondo y todos los problemas que ha conllevado, tanto a nivel europeo como mundial, ha sido espectacular. Capitán ha publicado algunas obras que analizan también esta compleja tesitura. ¿Cómo separarías una obra de calidad y una meramente oportunista?

Una obra de calidad siempre trasciende el momento de ser publicada. Aunque los acontecimientos estén en permanente cambio, siempre puedes volver a ella y sacar nuevas lecturas; suelen ser obras de formación que trascienden el efímero entretenimiento. Pareciera que las obras más oportunistas están creadas a gusto y a momento del consumidor y deben estar siempre de plena actualidad. La obra de calidad tiene que llevar necesariamente a la reflexión, no debe ser meramente una obra de consumo práctica, si no estaríamos hablando de autoayuda. Lograr esa mezcla de obra de profunda reflexión, que infiera conocimiento y a la vez toque temas que estén de actualidad y vayan más allá de lo anecdótico, si bien es difícil, no es imposible.

Los autores clásicos que Capitán ha publicado escribieron, desde luego, dentro de un contexto político y social concreto que -lógicamente- con el tiempo ha cambiado, desde el mundo del fútbol hasta los criterios arquitectónicos -Muerte y vida de las grandes ciudades, de Jane Jacobs, por ejemplo. Por ello, en Capitán encontramos introducciones y prólogos de autores contemporáneos que guían al lector a la hora de abordar la lectura. ¿Es con el paso del tiempo que podemos comprender por qué estamos como estamos? ¿Es uno de los objetivos de la editorial?

No conozco obras que hagan prognosis o profecías sobre lo que nos está pasando o lo que nos pasará en un corto o medio plazo. Las experiencias del pasado están para ser analizadas y sacar las consecuencias oportunas. Tanto el libro de Panzeri [Fútbol, dinámica de lo impensado] como el de Jacobs son obras de referencia que han envejecido más que bien. Sólo hay que ver ciertas filosofías futbolísticas como las que se han practicado en el Barcelona y luego saber que Guardiola era un gran lector  y seguidor de Panzeri y de su filosofía de juego. Con Jacobs pasa lo mismo: la obra tiene varias décadas pero los presentes planes de reordenación del territorio se parecen bastante a los que criticaba Jacobs en los años 70. Por supuesto, son textos que en alguna parte puedan estar desfasados pero son tan inspiradores y ensañan tantas lecciones que se siguen leyendo con la misma emoción que cuando fueron escritos. 

Muerte y vida de las grandes ciudades, de Jane Jacobs

Polifonías, Historia profana, Entrelíneas y Matrioska. Cuatro colecciones, cuatro caminos, ¿A dónde nos lleva cada una?

Bueno, las tres más enfocadas al ensayo (reportes, economía, historia, política) han quedado sólo en una, que sería Entrelíneas. Cuando uno empieza, tropieza, y abrir muchas colecciones es un clásico en una editorial. Sientes como una tonta necesidad de compartimentar muchas cosas que luego no se perciben así.
Al final lo dejamos en dos colecciones: Entrelíneas y Polifonías.
En la primera podríamos decir que intentamos dar contenidos híbridos de conocimiento puro y de conocimiento popular que tengan un interés informativo y cultural. Y en la segunda (más enfocada a la ficción) nos interesa una narrativa de corte más social que exija una tensión, donde la narratividad no se coma al argumento, que se pregunte cosas y que pueda ofrecer algunas respuestas propias.

Aunque sea una pregunta demasiado típica, es un deber preguntarte por la breve pero intensa trayectoria de la editorial ¿Cómo se funda Capitán Swing? ¿Qué hueco viene a ocupar? ¿De dónde sale la idea de abordar esta vertiente de ensayo y narrativa que, en muchos casos, transcurre en los márgenes?

[Capitán Swing] es un nombre colectivo y ficticio que proviene de las revueltas luditas del siglo XIX. Los llamados destructores de máquinas firmaban sus cartas amenazantes con el nombre de este líder ficticio que crearon los obreros para que las fuerzas del orden  nunca pudieran descabezar la rebelión. Nos parecía un nombre original y que encajaba perfectamente con el grado de intervención político-editorial  y de anonimato que le queríamos dar a la editorial. No creo que la editorial vaya a cumplir ningún hueco; más bien se abrirá paso intentando publicar buenas obras que empujen lo suficiente. Lo importante es que el proyecto tenga tiempo para su difusión y que a los lectores les interese. 

«Creo que realizar una labor de fondo vivo editorial puede ser un valor al alza en estos tiempos sombríos.»

El diseño editorial, la web y los libros son ciertamente rompedores. Una estética que deja atrás la sobriedad de la mayoría de editoriales enfocadas al ensayo. ¿Hay ahí también una actitud estética que sintoniza con el contenido?

Como bien dices, la idea central era darle un aire más provocador y gráfico a lo que tradicionalmente se hacía en la edición de ensayo. El libro sigue portando elementos estéticos de mucho valor que para nosotros nos merecen el mayor de los respetos. Cuidar y embellecer todo lo que podamos tanto las cubiertas como las maquetas es algo que nosotros valoramos y creo que los lectores también. No se trata de vender humo en una cubierta. Los libros hablan por si mismos, pero creo que la parte gráfica es importante y nos esforzarnos por hacerla sugestiva.

Con César Rendueles y su reciente libro Sociofobia, Capitán se ha estrenado con los autores nacionales ¿Cómo valoras su acogida? ¿Hay nuevos títulos en camino de voces nacionales?

La acogida ha sido excelente. Da gusto ver que hay mucho interés en la producción de conocimiento de acá y que la gente lo valora extraordinariamente. Hay una especie de dicho en el gremio que viene a decir que hasta que no se edita a alguien de tu propio país no te haces un editor serio; creo que esa afirmación tiene su parte de verdad. No digo que seamos ya “serios” pero sí que debemos estar más pendientes y ser más receptivos a lo que se gesta en nuestra realidad más cercana; es una especie de obligación deontológica. El caso de César se fue modelando de una manera pausada y serena… lo que tenga que venir (que vendrá) seguirá esa estela.

Sociofobia, de César Rendueles.

Como libreros, tenemos que dejar hueco a las novedades de El Capitán, y por eso es obligatorio preguntarte...¿cómo planteas este cierre de 2013? ¿Y los inicios de 2014?

El cierre invernal llegará con nuestras apuestas del año: un libro inédito y brutal, recopilado y diseñado por Hans Magnus Enzensberger sobre la posguerra mundial, escrito por el propio Hans y por toda una batería de lo mejor del periodismo de entreguerras. Periodistas del bando neutral y aliado que se interesaron más por las tremendas consecuencias (sobre todo en la población civil) de una guerra como la Segunda. Nadie reparó en que la noticia no estaba tanto en el conflicto en sí como en las consecuencias del mismo. Es desgarrador ver el cinismo del que hablamos cuando reflexionamos sobre el tercer mundo y ver como Europa tuvo su propio tercer mundo. Además el libro, paradójicamente, tiene lecturas desde el presente.
Luego viene un libro precioso, elaborado de forma cartográfica y que coeditamos con Nórdica Libros. Atlas de islas remotas de Judith Schalansky. La joven autora nació en 1980 en el lado “equivocado” del Muro de Berlín. Los soviéticos no dejaban viajar a nadie, así que todo lo que aprendió sobre el mundo fue a través del viejo atlas de sus padres. Novelista reconocida y ganadora de un premio como diseñadora gráfica, ha pasado años creando este libro, su propio atlas imaginario de los lugares más solitarios del mundo. Estas islas son tan poco accesibles que hasta finales de los años noventa más personas habían puesto el pie en la luna que en la isla de Pedro I en el Antártico.
Como ves, todavía queda un rato de 2013, al que vamos a dedicarle todo nuestro esfuerzo. ¡El 2014 todavía queda lejos!

jueves, 4 de julio de 2013

«La editorial es parte de mi trabajo político y cívico como individuo» Entrevista a Rubén Hernández, editor de Errata Naturae

Entrevistamos a Rubén Hernández, editor de Errata Naturae
¿Es la editorial que edita libros sobre series?
¿Es la editorial que trabaja con grandes clásicos?
¿Es la editorial que acaba de publicar una antología de textos sobre videojuegos?
¿Es una editorial comprometida políticamente?
¿Es la editorial que acerca la filosofía a los niños?
Pero...¿Son los editores unos superhéroes? No...pero casi.

Con Rubén hablamos de la trayectoria de la editorial, de cómo se definen como marca con la experiencia propia, de la cercanía con los lectores, de su vibrante futuro y...sí, también de su día a día porque, a pesar de poder catalogarles como editores del mundo de los superhéroes, son editores de carne y hueso y bien anclados y preparados para a los vendavales de nuestro presente.  
—Errata Naturae cumple ya su quinto año de trayectoria como editorial independiente en España. Mucho ha llovido (mejor dicho, habéis editado) desde entonces.  Más de 100 autores han pasado por la editorial, y 8 colecciones es vuestro despliegue actual. Desde la distancia de cinco años de profesión, ¿cómo valoras la experiencia de emprender en los albores de 2008? ¿Ha merecido la pena el esfuerzo?

—Por supuesto que ha merecido la pena, supone un esfuerzo inmenso, muchos sacrificios, horas incontables de trabajo… Como merece la pena hacer cumbre en un 3.000 metros (más alto ni me lo planteo…) aunque sufras enormemente para poder sentarte a mirar el mundo desde allá arriba, o como merece la pena tener hijos aunque tus preocupaciones se incrementen desde entonces cada día…. Hay determinados proyectos vitales cuya importancia es radical, en el sentido etimológico, no son cuantificables, y aquello que nos aportan queda un poco al margen de las estadísticas, los cálculos y los márgenes de beneficio.



—La temática y los géneros que aborda vuestro sello parece no entender de limitaciones estrictas. Desde autores clásicos como Kafka a narradores contemporáneos como Jordi Carrión, habéis trabajado en campos tanto de la ficción o la crónica de alto nivel como en el ensayo más vanguardista sobre cine o el reciente boom de las series de televisión. ¿Cómo trazasteis la estrategia para editar temas y autores tan dispares sin perder la identidad?

—La verdad es que no había una estrategia, no llegamos al campo de batalla (de las mesas de novedades) con un plan ni nada parecido. Editamos lo que nos gusta y, en la medida de lo posible, tratamos de que esos gustos, necesariamente fragmentarios, variables, heterogéneos, como piezas de un puzle, vayan dando lugar a una única imagen, eso que los publicitarios llaman la marca editorial. Con el paso de los años esa marca se ha ido haciendo más clara, incluso para nosotros mismos, y ahora 
«sabemos que hay cosas que nos gustan que no editaremos, porque son ajenas a esa marca, pero tenemos igual de claro, o más, que lo que no haremos nunca es editar algo que no nos guste»

que no nos parezca un buen libro, un libro que, en tanto que editores, nos costara defender con pasión y confianza delante de cualquiera.

—Si algo puede definir al público de Errata es, justamente, su apertura de miras y su curiosidad por no encerrarse en un único campo de la literatura o el ensayo, ¿cuál ha sido desde los inicios el contacto con vuestros lectores?

—Tenemos un contacto cotidiano a través de las redes sociales, que da muchas pistas y también muchas alegrías. Pero el contacto para mí más importante es en la Feria del Libro de Madrid: allí pasamos cada año casi tres semanas en una caseta hablando con los cientos de lectores que pasan durante ese evento, y eso tiene, al menos tres cosas muy positivas: 1. Te ayuda a entender mejor que cualquier red virtual quienes son los lectores de tus libros; 2. Te ayuda a desembarazarte de muchos prejuicios más o menos conscientes: allí he descubierto que los lectores de Errata Naturae son muchas más diversos y estratificados de lo que uno en principio imagina, pues, seguramente por comodidad, en la vida siempre tendemos a reducir y simplificar la complejidad apabullante y azarosa de lo real; y 3. Aprendo muchísimo de esos lectores.
«En la Feria del libro de Madrid he descubierto que los lectores de Errata Naturae son muchos más diversos y estratificados de lo que uno en principio imagina»
—Ya desde los inicios estuvisteis atentos a los movimientos emergentes en otros campos del ámbito de la cultura y el arte, más allá del literario. Pruebas de ello han sido la publicación de ensayos sobre las series Los Soprano, The Wire, Lost…Recientemente habéis editado ‘Extra life’, un conjunto de textos que reflexionan acerca de 10 videojuegos que marcaron la joven trayectoria de este arte todavía poco reconocido que ya comienza a ser considerado como algo más que mero entretenimiento. ¿Cómo nace y evoluciona la parte de Errata Naturae que está conectada con el pulso del resto de artes y expresiones de la cultura contemporánea?

—De manera absolutamente natural: a mí me apasionan las (buenas) series, los (buenos) videojuegos, el cómic, etc., de modo que ese interés se fue transmutando en una serie de publicaciones que, a su vez, parecen haber captado o respondido a un interés común de muchos lectores.



—Por otro lado, autores como Jean Genet o el libro ‘El Show de Berlusconi’ se sitúan como artefactos críticos que abordan desde una perspectiva política y filosófica grandes problemáticas recientes. ¿No todo es, para Errata Naturae, el arte por arte?

—De hecho nada en este proyecto es arte por el arte. Personalmente considero que la editorial es parte de mi trabajo político y cívico como individuo, desde una concepción de lo político que nada tiene que ver con los partidos ni las organizaciones, sino como construcción de lo común y resistencia ante ciertas imposiciones en el ámbito de la cultura. Y, de hecho, al revisar los casi ya veinte títulos de nuestras colecciones de ensayo (La Muchacha de dos cabezas) y de pensamiento crítico (Los Cinocéfalos), así como algunos títulos de narrativa, creo que se puede ver una línea claramente política y con una orientación muy clara y determinada.

«La editorial es parte de mi trabajo político y cívico como individuo»
—El contexto actual ha ido generando en los últimos años un aumento considerable de obras que abordan tanto la crisis económica como la crisis del proyecto europeo. ¿Se podría hablar de cierto oportunismo en todo ello? ¿Cómo habéis evitado caer en esta dinámica?

Supongo que sobre cualquier tema de actualidad (la crisis, el pornosoft, el futbol…) hay libros buenos, malos y terribles. Y entiendo que no es lo mismo ser oportunista (prescindir de valores y principios para obtener rédito del presente), que hacer algo oportunamente (saber aprovechar la oportunidad, el kairos de los antiguos griegos, puede ser una gran virtud). Nosotros hemos publicado recientemente varios libros que tienen que ver con nuestro presente en crisis (Pensar desde la izquierda. Mapa del pensamiento crítico para un tiempo en crisis o Hacia la sobriedad feliz), o que pueden obtener una nueva lectura desde el contexto actual (Walden), y creo que ofrecer libros y textos de gran calidad íntimamente relacionados con el presente que vivimos, y que nos permiten tanto pensar como modificar ese presente, es una de las labores fundamentales de un editor.



—Otro aspecto fundamental de la editorial es la recurrencia habitual a las antologías para abordar temas como el mencionado título ‘Extra life’, pero también habéis hecho una antología sobre los animales de compañía de reconocidos creadores…

—Sí, tenemos también antologías sobre los más importantes fraudes financieros de la historia del capitalismo (Madoff y Cia), sobre el presente y el futuro del cómic (Supercómic), sobre los grandes crímenes de sangre de la historia norteamericana (Asesinato en América), sobre el escritor y sus múltiples sombras (El juego del otro), sobre las mejores series de la televisión (Los  Soprano, The Wire, Juego de tronos…) etc, etc. Es una cierta marca de la casa, algo que nos gusta hacer, porque son proyectos que nacen en la propia editorial, para los que reunimos a muchos autores tanto nacionales como internacionales y que dan lugar a libros muy ricos, muy amplios en muchos sentidos, que nos gustan especialmente.

—Recientemente os habéis adentrado en el ensayo sobre el cómic, ¿podrías hablarnos sobre el surgimiento de la idea? Según parece, no es precisamente una guía de recomendaciones para principiantes.

—No, se trata de un conjunto de ensayos, escritos por autores españoles, ingleses, franceses, norteamericanos, etc., algunos directamente vinculados al mundo del cómic, otros que piensan el cómic desde la filosofía, la sociología, la historia del arte y el cine, el psicoanálisis, la teoría política…. Y el objetivo de este abanico de textos tan diversos y plurales es dar cuenta del gran vuelco que ha dado la producción de cómics en la última década: ¿qué ha ocurrido, qué nuevas tendencia, autores y perspectivas han surgido para que el cómic haya pasado de ser una cosa de frikis a tener una sección (y cada vez más amplia) en casi todas las librerías?

—Pese a abordar de manera tan solvente y ambiciosa todo este abanico de ámbitos culturales, sociales y políticos, vuestro equipo fijo sigue siendo el propio de una editorial independiente, sólida en un núcleo duro reducido y conectada con numerosos profesionales del mundo editorial —traductores, correctores, ilustradores…—. No podemos evitar la pregunta: ¿cómo es un día en la oficina vida de Errata Naturae?

—En la oficina trabajamos tres personas de forma fija y contamos efectivamente con un equipo de colaboradores externos que hacen tareas de traducción, maquetación, una parte de la corrección… En nuestra oficina suele haber cajas amontonadas, sillones cómodos para leer, ordenadores con o sin música, unos mil ejemplares de Errata Naturae y otros tantos de otros sellos a modo de biblioteca flotante,  también hay dos o tres perros (Bergman, Zola y Zama) que echan una mano si hace falta, y el próximo mes llegará un bebé (Livia) que pasará aquí muchas horas y quizás algún día se convierta en editora junior. En primavera y verano hacemos las reuniones de edición y prensa en un patio que tenemos con muchas plantas y una inmensa cabeza de búfalo que compré en California, y en invierno a veces salimos a comer al bar de la esquina, muy del barrio de Vallecas, con un retrato bastante descolorido y tenebroso de Fidel, donde hacen una lentejas para chuparse los dedos.


—Y, una pregunta también esencial, que tanto Cálamo como nuestros amigos y lectores de la editorial se cuestionan, ¿Qué acertadas ‘erratas’ preparáis para cerrar este 2013 y vuestro sexto aniversario?

—Pues publicaremos otro libro de nuestra colección de series para leer, dedicado a Breaking Bad; una excelente edición de la obra de Epicuro con la impecable traducción de Carlos García Gual; un libro sobre y de Susan Sontag; una novela de Edna O’brien (que es para Phillip Roth y Alice Munro la mejor escritora en lengua inglesa de nuestros días); un nuevo volumen de nuestra colección de filosofía para niños; un clásico indiscutible de la antropología inexplicablemente inédito hasta la fecha en España; una nueva antología textos estrictamente recientes de grandes pensadores europeos tratando el tema de la post-democracia, la guerra monetaria y la resistencia social

martes, 30 de abril de 2013

5 ideas clave y un libro a tener muy en cuenta en el 1 de mayo


1. «Las conquistas sociales que se obtuvieron en dos siglos de luchas colectivas no estaban aseguradas, como creíamos, y para recomenzar una nueva etapa de progreso habrá que volver a ganarlas con métodos nuevos, porque las clases dominantes han aprendido a neutralizar los que usábamos hasta hoy»

2. «Lo que los ciudadanos españoles pagan hoy con recortes, paro y sacrificios son las deudas gigantescas de unas entidades financieras que comprometieron sus recursos en inversiones de riesgo para poder repartir beneficios y comisiones a sus dirigentes y a unos cómplices políticos que primero les dejaron hacer y después aceptaron que fuese el estado quien asumiese el problema de bancos y cajas, pero no el de millares de familias que han sido desahuciadas en cuanto la crisis engendrada por los especuladores les ha dejado sin recursos para pagar las hipotecas.»

3. «Lo que al principio pareció una sucesión de revueltas populares [árabes] democratizadoras, ha sufrido tantos cambios que resulta  difícil prever su futuro. Hay un acuerdo de principio en considerar que lo que echó a las calles a quienes protestaban fue una “demanda” de dignidad y el rechazo a aceptar que las dictaduras familiares locales fuesen los propietarios de sus países.” Pero se equivocaron quienes, como Tahar Ben Jelloun, se apresuraron a afirmar que “esta primavera rubrica la derrota del islamismo”, que habría cedido el terreno a las reivindicaciones políticas y sociales de los jóvenes revolucionarios.
»La realidad ha desmentido estas previsiones: en lugar de llevar revolucionarios laicos al poder, las elecciones han visto el triunfo de los partidos islamistas en Túnes, Marruecos, Libia y Egipto.»

4. «Hillary Clinton definió las grandes líneas del programa de política exterior norteamericana en noviembre de 2011, en un artículo con el título de “El siglo norteamericano del Pacífico”, donde afirmaba que “el futuro de la política se decidirá en Asia oriental, no en Afganistán ni en Irak, y que los Estados Unidos estarán en el centro mismo de la acción”. Esto significaba abandonar la retórica de la “guerra contra el terror” y poner en primer plano, sin tapujos, lo que siempre ha sido el móvil fundamental de la política exterior norteamericana: la búsqueda de la superioridad política y militar como condicionante de la supremacía económica.»

5. «El sistema capitalista parece consolidado en su variante depredadora actual, gracias a que la propia crisis ha contribuido a que se acepten incluso sus métodos más abusivos.»



(Fragmentos extractados respectivamente de las páginas 19, 61, 98-99, 120 y 133 de El futuro es un país extraño, Josep Fontana.)