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domingo, 24 de mayo de 2015

¡Hoy recomendamos ilustrados! Los versos de Wislawa Szymborska ilustrados, El Fantasma de la Ópera en Cómic, los diarios del primer hombre y la primera mujer y un clásico de Dostoievski.

Después de recomendaros algunos ensayos y algunos libros de cuento, es el turno del libro ilustrado. Desde hace ya un tiempo se habla del 'boom' del libro ilustrado, y ante editoriales como Nórdica Libros o Libros del Zorro Rojo (entre tantas otras), es difícil negar que el género ilustrado ha trascendido el libro infantil. Grandes clásicos desde Frankenstein hasta Tristram Shandyhan sido recuperados y con nuevas traducciones y acompañados del arte de talentosos ilustradores nacionales e internacionales. En otros casos, clásicos como El castillo o El fantasma de la Ópera han sido readaptados y reimaginados en el género del cómic y la novela gráfica.

En esta ocasión hemos elegido cuatro libros ilustrados: Dostoievsky, Mark Twain, Wislawa Szymborska y una adaptación de El Fantasma de la Ópera en novela gráfica. ¡A leer!


 El jugador, de Fiodor Dostoievski.
Sexto Piso


Uno de los grandes clásicos del maestro ruso, El jugador fue escrita con las prisas y las presiones de las deudas que aquejaban a Dostoyevski. Una novela de atmósfera asfixiante donde asistimos a un trozo de la vida de Alexéi Ivánovich, un joven de carácter inestable, vicioso, al borde del colapso nervioso. Una relación amorosa, una herencia malversada y una ciudad ficcional: Ruletenburgo. 

Las ilustraciones de Raquel Fernández (Efealcuadrado) crean la atmósfera justa para visitar los ánimos y los estados espirituales descritos en la novela.

Ilustración de Raquel Fernández para El jugador, de Dostoievski. Edita Sexto Piso.

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Los diarios de Adán y Eva, de Mark Twain.
Libros Zorro Rojo



Libros del Zorro Rojo recupera estas joyas de Mark Twain, el diario de Adán y el de Eva, publicados conjuntamente y con ilustraciones que deberían ser obligatorias en toda edición de esta obra, las de Francisco Meléndez. Divertido, mordaz y, por supuesto, ilustrado, Los diarios de Adán y Eva es un libro que alegra y adorna cualquier biblioteca.


Ilustración de Francisco Meléndez para Los diarios de Adán y Eva, de Mark Twain.
Edita Libros del Zorro Rojo.

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El fantasma de la Ópera, de Christophe Gaultier. 
Impedimenta.



El clásico habitante del imaginario colectivo más tenebroso, El fantasma de la ópera, renace en una novela gráfica de Christophe Gaultier que adapta a la perfección el romance, el terro, el misterio y la tragedia presentes en la novela de Gaston Leroux

Una página de El Fantasma de la Ópera, de Christophe Gaultier.
Edita Impedimenta.

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Saltaré sobre el fuego, de Wislawa Szymborska.
Nórdica Libros.


Una pequeña selección de la obra poética de Wislawa Szymborska que adquiere, sin embargo, dimensiones inconmensurables acompañada de las ilustraciones de Kike de la Rubia –quien ya ilustró a Walt Whitman en La extensión de mi cuerpo. 
Wislawa Szymborska es una de las poetas más importantes de su generación; de hecho, es una de las más importantes de la Literatura Universal. Los versos que habitan Saltaré sobre el fuego acompañados, casi fusionados con las ilustraciones de Kike de la Rubia, son una experiencia de lectura muy recomendable.  Os dejamos el booktrailer.




domingo, 29 de marzo de 2015

150 años de Alicia en el País de las Maravillas: un breve catálogo de curiosidades y una edición recomendada.

Un conejo blanco, apurado, estresado, con prisas por llegar a quién sabe dónde. Un gato que se desvanece hasta que solamente queda su sonrisa. Una Reina de Corazones. Una Oruga que fuma en un narguile.
Seguramente estés familiarizado con todos estos personajes, o al menos con alguno, aunque no sepas muy bien por qué. Todos provienen del universo que creó Lewis Carroll hace 150 años: Alicia en el País de las Maravillas. Desde entonces, sus personajes,sus juegos de palabras, sus bromas absurdas y muchos de sus diálogos se han entretejido en el imaginario popular, y cuando alguien tiene una "sonrisa de Cheshire" sabemos de qué nos hablan.

En su siglo y medio de vida —Alicia en el País de las Maravillas fue publicado en 1865—  las lógicas, surrealistas, absurdas y universales aventuras de Alicia han sido traducidas a todos los idiomas, adaptadas a cine y al teatro y han sido ilustradas por artistas plásticos de todo el mundo. En Cálamo quisimos recordar y celebrar esta obra mencionando alguna de las formas más curiosas que ha adoptado la obra de Carroll en el imaginario Popular.

Un corto de 1903, un musical para adultos y la versión anime. 


Dos versiones cinematográficas de Alicia son muy conocidas: la versión animada de Disney (1951) y la superproducción hollywoodense dirigida por Tim Burton.
Sin embargo, mucho antes, a comienzos del siglo XX, existía ya una película basada en las aventuras de Alicia. Dirigida por y Cecil Hepworth y Percy Stow, de 1903:


Desde esta versión y hasta hoy son más de 20 las adaptaciones de Alicia al cine y la televisión. Entre todas ellas podemos contar un musical para adultos, una serie de televisión y una versión en anime. Aquí te dejamos la intro:



Una canción, una gira de rock y un síndrome.

White Rabbit es una de las primeras canciones compuesta por Grace Slick, y fue el segundo gran hit de la banda de rock Jefferson Airplane. La canción identifica la cultura de las drogas psicodélicas con elementos de Alicia en el País de las maravillas y la secuela Alicia a través del espejo.



¿Otra aparición de Alicia en el rock? Alice in Chains imitó el estilo característico de las ilustraciones de John Tenniel para promocionar su gira de 2006. Este era el póster:


Si todo esto no es suficiente para convencernos de que Alicia es uno de los libros más entretejidos en el imaginario popular, el síndrome de Alicia den el país de las Maravillas, o micropsia, es un trastorno de la percepción en el que las cosas se ven más pequeñas o más grande de lo normal. Se cree que Lewis Carroll podría haber sufrido de micropsia, y sus experiencias con este síndrome podrían haber inspirado alguna de las aventuras de Alicia.

Ilustración de John Tenniel.


El libro y todos los libros ilustrados.

Una edición sin ilustraciones de Alicia en el País de las Maravillas es algo inconcebible. Desde la edición original con los dibujos de John Tenniel, innumerables artistas han formado parte de otras tantas ediciones de la obra de Carroll. Entre todos ellos, aparecen nombres como el de Salvador Dali, que ilustró cada capítulo del libro con acuarelas como ésta:

El descenso por la madriguera.
Salvador Dali ilustra Alicia en el País de las Maravillas.
Tove Jansson, la creadora de los mumins, es otra de las artistas que han encontrado inspiración en las palabras de Carroll. Aquí. La Oruga y Alicia:

La Oruga y Alicia, según el arte de Tove Jansson.
Y por último, para acabar con este breve e incompleto catálogo sobre Alicia y el imaginario colectivo, recomendaremos una edición ilustrada (¡no podemos evitar ser libreros!). Se trata de la versión ilustrada por Peter Kuper y editada por Sexto Piso. Así la describen en Revista de letras: 

«Con pasta dura forrada de tela, guardas, señalizador, gruesas hojas apergaminadas, una nueva traducción de Teresa y Andrés Barba, bellas ilustraciones de Peter Kuper, cinco apéndices y una ausencia total de erratas, este volumen hace justicia a una obra que, desde que vio la luz, ha seducido por igual a chicos y grandes de los más diversos países».


Portada de la edición de Sexto Piso de Alicia en el País de las Maravillas.

Si no has leído aún la obra de Carroll, esta edición impecable es el mejor lugar para empezar. ¡Feliz no-cumpleaños, Alicia!



jueves, 5 de septiembre de 2013

6 recomendaciones para tener la mejor rentrée literaria

Septiembre trae siempre buenas noticias a los amantes de la buena literatura: las novedades de la rentrée alcanzan los lugares destacados de Cálamo con interesantes propuestas que hacen más llevadero el síndrome postvacacional. 
En la librería hemos seleccionado estas seis obras que, sin duda alguna, nos reportarán horas aprendizaje y entretenimiento. Autores jóvenes, clásicos, e incluso un ensayo sobre librerías, ¡las editoriales de referencia —y sus autores— arrancan en plena forma! 


Si tratamos de definir la trayectoria de Jorge Carrión nos exponemos a un problema complejo: es profesor universitario, periodista, escritor, ensayista...¿Podemos encasillarlo fácilmente?
Como el se define a veces, también podemos considerarle un interventor cultural; en definitiva, Jorge Carrión es un amante de las letras y la literatura y trabaja siempre en la búsqueda por encontrar todos los canales viables y llevar a cabo su pasión: escribir. De ahí el proyecto Librerías, flamante finalista del Premio Anagrama de Ensayo, en el que realizaremos un intenso viaje por las mayores y mejores librerías del mundo, así como por su historia y sus grandes curiosidades. ¿Cómo no íbamos a recomendar esta obra en Cálamo?

Librerías, de Jorge Carrión.



Isaac Rosa aparece de nuevo en Seix Barral con una novela capaz de abordar un tema de actualidad desde un ámbito brillante y creativo. Si bien la 'literatura de la crisis' es ya masiva y en algunos casos excesiva, Isaac refleja nuestro particular zeitgeist reflejándolo en una habitación que un grupo de jóvenes mantiene totalmente a oscuras y aislada del exterior. A lo largo de los años la habitación irá cobrando nuevos usos, en función de las necesidades, miedos e inquietudes de aquellos que la crearon. Rosa forja así una mirada literaria sobre la oscuridad, y a través de ella refleja a una generación criada en la abundancia que, justo en el momento de despegar, cae en un profundo pozo de inseguridades y precariedad.  


La habitación oscura, de Isaac Rosa.


La infancia de Mary no es fácil: vive en una humilde familia de la Inglaterra rural de principios del siglo XIX, tiene una malformación en la pierna y, además, el pelo de color leche. A pesar de ello, Mary podrá aprender a leer y a escribir al dejar su familia para cuidar a la mujer del vicario, que padece una enfermedad. Sin embargo, esta apertura al mundo de las letras no le reportará una vida más feliz, con lo que usará como última salida el poder de la escritura para narrar su historia. La editorial Sexto Piso publica la primera obra de Nell Leyshon, escritora reconocida en el mundo del teatro y que ha causado furor en Inglaterra con su apertura hacia la novela.


Del color de la leche, de Nell Leyshon.


Nos ubicamos de nuevo en Inglaterra, esta vez en los años cincuenta del siglo pasado. Coral Glynn es una joven enfermera que deberá cuidar a la señora Hart, cuyo hijo Clement se recupera en casa de las heridas sufridas en la II Guerra Mundial. Coral y Clement, ambos personas solitarias, iniciarán una relación marcada por el dolor y las singulares y extrañas circunstancias que les rodean. Coral Glynn llega tan solo un año después de su publicación en Estados Unidos, donde generó excelentes críticas y obtuvo una potente recepción.


Coral Glynn, Peter Cameron.


Louise organiza una gran cena que reunirá a todos sus hijos. Bajo el recuerdo de su difunto marido, un pescador de la ciudad costera de Sète, la familia se reunirá, y un abanico de sentimientos y recuerdos, desde la nostalgia al arrepentimiento, planearán a lo largo de La sal: Jean-Baptiste del Amo se quita por fin la etiqueta de escritor prometedor y consolida su talento que despuntó ya a sus 25 años. 


La sal, Jean-Baptiste Del Amo.

La editorial Nórdica es especialista en recuperar clásicos que parecen haber sido escritos este mismo año. Por su vigencia, frescura y virtuosidad han elegido esta vez a Sherwood Anderson, escritor norteamericano que publicó en 1921 'El triunfo del huevo'. Trece relatos componen La chica de Nueva Inglaterra, muchos de ellos traducidos por primera vez al castellano; Anderson es conocido por dar voz a los desfavorecidos, otorgarles la dignidad que realmente poseen y articular su descontento y sus historias de vida. Por todo ello, y por su reconocida calidad literaria, esperamos La chica de Nueva Inglaterra para hacerle un merecido espacio con las otras cinco maravillas de la rentrée que hacen que este curso nuestro trabajo librero arranque apasionante.


La chica de Nueva Inglaterra, de Sherwood Anderson.



En septiembre, Cálamo renueva la mejor literatura.

jueves, 10 de enero de 2013

Eduardo Rabasa: «Jon Lee Anderson revela una realidad de una sutileza desconocida para la inmensa mayoría»


Considerado uno de los mejores periodistas del mundo, Jon Lee Anderson nos descubre en La herencia colonial una lectura de África infrecuente en los medios convencionales, desplegando así su habilidad para conseguir acceso directo a las más altas esfera de poder al tiempo que da voz a quienes sufren los excesos del nefasto contexto político. Valientes, sagaces y magistrales, la selección de crónicas contenida en La herencia colonial y otras maldiciones no podría faltar entre los nominados a los Premios Cálamo. Por ello hablamos con Eduardo Rabasa, de Sexto Piso, la editorial responsable de la aparición de este título indispensable para comprender el continente africano.  

***

Uno de los textos clásicos más sonados en las facultades de periodismo es el 'Ébano' de Kapuściński. En 'La herencia colonial' , Anderson, perteneciente a una generación posterior a la del primero, también emprende la tarea de retratar el continente africano. ¿Cuáles dirías que son las virtudes de Anderson, temáticas y estilísticas, sobre su predecesor?

Es ya una especie de lugar común nombrar a Jon Lee Anderson como “el heredero de Kapuściński”, estigma que el propio Jon Lee rechazó en la reciente Feria del Libro de Guadalajara, pues si bien explicó que obviamente lo considera un halago, al mismo tiempo son periodistas muy distintos, con estilos y temporalidades muy disímiles. Si tuviera que resaltar una diferencia importante es que Kapuściński en Ébano desde el principio toma una postura política muy definitiva, al defender la diversidad de lo africano (considera que sólo se puede hablar de “África” en un sentido geográfico), frente al reduccionismo derivado del colonialismo europeo. Incluso considera que los africanos tienen un concepto del tiempo, de las relaciones humanas, más rico y en cierto sentido superior al europeo, y no tiene empacho en mostrar sus preferencias a lo largo de todo el texto. 

Por su parte, Jon Lee Anderson escribe con un estilo más neutro y, en mi opinión, en ese sentido más efectivo, pues en sus crónicas realiza un esfuerzo por no tomar partido de manera visible (aunque tampoco es difícil suponer de qué lado se encuentran sus simpatías), permitiendo que sean los personajes, o la realidad en cuestión quienes “hablen” y resalten las diferencias entre un modo de vida y otro. También encuentro que recurre a un lenguaje más conciso y menos florido que el del periodista polaco, lo cual me parece que va en sintonía con la diferencia mencionada con anterioridad.

La herencia colonial y otras maldiciones (Sexto Piso, 2012), nominada a los XII Premios Cálamo
Desde el inicio de la crisis, las editoriales se han afanado en publicar títulos que diesen cuenta de la catastrófica situación socioeconómica en Europa y Estados Unidos. ¿Aceptarías que hemos hecho mal dejando de lado lo que está pasando en países como los que Anderson retrata en sus crónicas? ¿Nos hemos vuelto demasiado eurocéntricos a la hora de pensar el presente?

Me parece que sí, pero no pienso que sea un fenómeno reciente sino la continuación de una forma de entender la realidad de nuestro mundo. Tanto Jon Lee Anderson como, de nuevo, Kapuściński insisten en que África es un continente tan diverso que resulta incluso un poco absurdo querer encasillarlo en cualquier puñado de categorías reduccionistas.

Quisiera dar otro ejemplo de un escritor keniano que publicaremos próximamente en Editorial Sexto Piso, Binyavanga Wainaina, quien se dio a conocer internacionalmente luego de enviar un furioso correo electrónico al editor de la prestigiosa revista Granta, por un número que habían publicado sobre literatura africana, “como si África y los africanos no fueran parte de la conversación, como si no vivieran al otro lado de la calle de la oficina de Granta”. Es decir que incluso en un intento serio por “conocer” la literatura africana, continúa prevaleciendo la visión eurocéntrica de ese continente. Por eso libros como el de Jon Lee Anderson tienen tanto valor, porque en lugar de imponer una visión determinada, permiten que sea la parte de la realidad africana que le es dado relatar la que se exprese, y no lo contrario, como sucede muy a menudo cuando se habla sobre África.

Ahora que los medios de comunicación se encuentran en una grave crisis de modelo, agudizada por la situación económica, ¿estimarías que los libros podrán sustituir en un futuro a la prensa como soporte de lectura para el reportaje largo?

En primer lugar, me parece que si bien es normal que la incertidumbre producida por la crisis genere el anhelo de predecir lo que ocurrirá, en estos asuntos es prácticamente estéril realizar predicciones, pues a me parece que en realidad nadie tiene una idea ni remota de lo que depara el futuro del libro y demás medios impresos. Recuerdo que el legendario editor Jason Epstein profetizaba en La industria del libro que las máquinas de edición bajo demanda cobrarían tal auge que suplantarían a la producción tradicional de tirajes largos, algo que desde luego no sucedió a la escala que él vislumbraba ni remotamente.

Habiendo dicho esto, me aventuraría a decir que el reportaje precisa de una inmediatez y una frescura que los libros por sus características esenciales no poseen. Por lo tanto, considero que si bien se reducirán los medios disponibles para su publicación, seguirán existiendo los necesarios para dar cabida a este tipo de reportajes. En el mejor de los casos, la reducción de espacios podría elevar el nivel de calidad necesario, pues como todos sabemos el periodismo de fondo es excesivamente caro, así que quizá los editores de medios impresos tenderán a seleccionar con mayor cuidado en qué emplear los recursos disponibles para este tipo de periodismo.

Jon Lee Anderson se queja de que la historia africana está mediada e interpretada por blancos y europeos colonialistas. ¿Qué ejemplos de tópicos o falsedades desmontaría JLA en este libro?

Pienso que más que desnudar ciertas falsedades específicas en concreto, como si Jon Lee descubriera el hilo negro del engaño sobre África que ha impuesto la perspectiva colonialista, lo que revela es, insisto, una realidad política, económica y social de una complejidad y una sutileza desconocidas para la inmensa mayoría de los occidentales. Asimismo, y sin intención explícita de poner en la llaga o de participar del autodesprecio propio de ciertos círculos progresistas, Jon Lee deja claro que existe una línea directa entre las atrocidades del colonialismo y los rasgos más atroces que puedan vivir actualmente varios de los países africanos en donde ha trabajado como periodista. Es decir, que la parte de caos y violencia que subsiste no es en modo alguno inherente a la organización política de las naciones africanas per se, sino a un pasado de brutalidad y opresión del que de algún modo no han conseguido aún escapar del todo.

«Jon Lee deja claro que existe una línea directa entre las atrocidades del colonialismo y los rasgos más atroces que puedan vivir actualmente varios de los países africanos en donde ha trabajado como periodista.»
¿Existe en España un tejido fuerte de lectores de crónica y ensayo, o por el contrario sigue siendo más valorada la ficción?

Pienso que la ficción es más valorada en términos generales por un porcentaje importante de lectores, pero por lo mismo se publica en cantidades considerablemente mayores a la crónica y el ensayo, y de ahí que sea fácil que incluso grandes libros pasen inadvertidos entre el torrente de best-sellers que encima gozan de un estridente aparato publicitario. En cambio, si bien la crónica y el ensayo cuentan con un público más reducido, tengo la impresión de que resulta más fácil que las propuestas de calidad encuentren los espacios adecuados para llegar a los lectores interesados. En ese sentido, la experiencia de publicar un libro de Jon Lee Anderson ha demostrado que de manera gradual este tipo de libros se van abriendo paso y que a pesar de no ser tan explosivos inicialmente como un libro exitoso de ficción, compensan con un ritmo constante que permite que en última instancia terminen siendo leídos por un número nada despreciable de lectores, al menos desde nuestra perspectiva particular como editores.

Primeras páginas de La herencia colonial.

La herencia colonial y otras maldiciones en Cálamo.