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lunes, 22 de septiembre de 2014

El mundo editorial ya tiene cita en México: llega el Segundo Encuentro Talento Editorial en el Hay Festival Xalapa 2014.


Uno de los momentos profesionales qué más alegría nos ha dado este 2014 fue participar en la organización del I Encuentro Talento Editorial, en el marco del Hay Festival Cartagena de Indias. Que antes de que acabe el año ocurra de nuevo no hace sino multiplicar nuestro placer: ¡llega el II Encuentro Talento Editorial!, esta vez dentro del Hay Festival Xalapa 2014, en México.

El Hay Festival contará con escritores como Salman Rushdie —autor de la alguna vez polémica Los versos satánicos —, Ray Loriga —que seguramente llevará bajo el brazo su última novela Za Za, emperador de Ibiza— o Juan Bonilla —ganador del I Premio Bienal de Novela Mario Vargas Llosa— entre muchos otros. ¿Quieres más? Mira el vídeo de presentación para ver una muestra de todo lo que ocurre en los Hay Festivals. Y esto es sólo el comienzo:



A toda esta literatura se suma el sector editorial durante 3 jornadas intensas de debate, presentaciones y reflexiones. Vamos:

¿Qué es Talento Editorial?


Talento Editorial es un proyecto del Hay Festival co-organizado con Librería Cálamo
En su segunda edición continuará generando espacios profesionales e internacionales enfocados en la experiencia editorial y los desafíos del sector. 

¿Quiénes participan?

¡Pueden participar todos! Todas las sesiones están abiertas al público.

Para muestra, qué mejor que echar un vistazo a la edición del año pasado. En el primer encuentro participaron, entre muchas otras editoriales, Editorial Siruela, Grupo Planeta, Katz Editores y Penguin Random House. En total fueron 25 profesionales de 8 países. Sin embargo, las jornadas están pensadas no solamente para profesionales del sector de la edición, sino para todos los que tengan afinidad con el mundo de la edición, la literatura, los libros y la lectura. Talento Editorial busca siempre crear un lugar en el que libreros, editores, lectores y gente del mundo del libro intercambien ideas y reflexiones en estos momentos de transformación y cambio.

Y para terminar de convencerte, aquí tienes el programa completo del II Encuentro.
¿Qué más necesito saber?

Aquí lo tienes todo:
¿Cuándo? Del 2 al 4 de octubre, 2014.
¿Dónde? En Xalapa, México, dentro del Hay Festival Xalapa (2-5 octubre 2014)

¿Algo más? Todo lo tienes en la web de Talento editorial: talentoeditorial.com

¿Quieres contactarnos?

Escríbenos a talentoeditorial(a)hayfestival.com, o rellena nuestro formulario de contacto.

jueves, 30 de mayo de 2013

Ramon Girbau: «¿Nuestro lector? Alguien que lee de rodillas, con devoción»

La primera persona con la que uno se topa cuando quiere dirigirse al sello editorial Días Contados es Virginia Woolf. Ni más ni menos. 

«He soñado a veces que cuando amanezca el día del juicio, y los grandes conquistadores y abogados y juristas y gobernantes se acerquen para recibir su recompensa, el Todopoderoso, al vernos llegar con nuestros libros bajo el brazo, se volverá hacia Pedro y dirá, no sin cierta envidia: “míralos; estos no necesitan recompensa. No tenemos nada que darles. Son los amantes de la lectura.»

He aquí el noble emblema que encabeza el pórtico a la casa de Días Contados, dentro de la cual conversamos con su editor Ramon Girbau, uno de los artífices de esta exquisita editorial barcelonesa, que nos ha surtido de más de uno y de dos títulos magníficos. 

***

A pesar de las inclemencias, los lectores más exigentes han podido constatar de un tiempo a esta parte cómo las librerías vienen surtiéndose de una notable relación de editores independiente y tremendamente exigentes. Dentro de ese marco de clara determinación hacia la literatura más elegante, ¿cuál es el distintivo de Días Contados que hace de él un sello único? 

Si se nos permite la licencia y la ironía —y admitiendo a mero título de hipótesis que Días Contados sea un sello único—, se trataría de que estemos editando libros a pesar de nuestra práctica inexistencia: lo cierto es que la editorial no tiene estructura alguna, ni empleados, ni agentes ni distribuidor, y se basa exclusivamente en el trabajo y el tesón de dos personas, tres amigos y una gata (pelo corto, color gris y ojos ámbar). El resto de atributos fundamentales (el gusto por la literatura, el gusto por los libros, religados, con una cubierta como Dios manda y con páginas de papel, la ilusión desinteresada y una cierta presbicia para el negocio) son comunes a un puñado de proyectos editoriales que trabajan y resisten en la misma línea y que hacen que pasearse por algunas librerías sea todavía un placer sin parangón.

Aunque todo editor estime que quiere a todos sus hijos por igual, ¿dirías que hay alguna joya de la corona en el catálogo? 

No sé si coincidiríamos necesariamente todos los implicados (los dos + tres + la gata): quizás Aprendizaje del dolor, de Carlo Emilio Gadda, sea nuestro libro más poderoso y en el que más nos tocó trabajar. Un long-badseller, por supuesto, pero sin discusión la mejor de nuestras portadas.

¿De dónde surgen los editores de Días Contados y cómo llegan a idear el concepto del sello? 

La cosa arranca de una serie de conversaciones informales en las que, por motivos distintos unos y otros, confluye un deseo de pasar de leer (y comprar) lo que otros editan a proponer a otros lo que sería bueno que leyeran (y compraran). Se trata de un impulso un punto ingenuo y modesto pero realista y con una clara comprensión desde el principio de las exigencias de la contabilidad. Diríamos, tras cuatro años de andadura y veinte títulos publicados, que el propósito se está cumpliendo muy razonablemente: sin beneficio material pero sin pérdidas inasumibles, y con la ilusión intacta.

«El gusto por la literatura, el gusto por los libros… son comunes a un puñado de proyectos editoriales que trabajan y resisten en la misma línea,  y que hacen que pasearse por algunas librerías sea todavía un placer sin parangón« 

Días contados edita en castellano y en catalán. ¿Cuál es el criterio que habéis seguido para volcar las respectivas obras a uno u otro idioma? 

El bilingüismo es una clara afirmación de principios desde el inicio mismo del proyecto. Se trata de un bilingüismo algo asimétrico (José Jiménez Lozano nos prologó, en castellano y del bueno, la traducción al catalán del Diario de Julien Green correspondiente a los años 1933 a 1939, y Antonio Muñoz Molina, con el mismo esquema y generosidad, la traducción catalana de Historias de Kolimá, de Varlam Chalámov) pero en el que vamos a seguir insistiendo y que los lectores que buscamos no sólo soportan sino que apoyan, diríamos. El criterio de elección es un punto errático: a veces la disponibilidad de los derechos, otras el deseo de trabajar con un traductor determinado, sin reglas preconcebidas. El caso es que, a la postre, resulta que hemos publicado aproximadamente la mitad en una lengua y la mitad en la otra, y que la respuesta de los lectores ha sido muy razonablemente buena en ambos casos.



¿Cómo describiríais al lector de Días contados? 

A alguien que lee de rodillas, con devoción. Sexo, raza, edad, credo, filiación: irrelevantes.

Sobriedad, sofisticación, minimalismo, pulcritud… son las señas en el diseño de los libros. ¿Qué editoriales o diseñadores os sirvieron como referente? 

Por abreviar y aunque el resultado final sea diverso: Pre-Textos y Verdier. Y habría que citar, claro, la portada de La ciudad y los perros de Seix Barral, de hace ya tantos años.

De principio a fin, es imposible pasar por alto vuestro manifiesto de intenciones. Siendo un sello de distribución nacional destacáis la idiosincrasia barcelonesa; aclaráis que el vuestro es un espíritu liberal en un tiempo en que esta palabra casi parece un tabú; y al fin habláis de publicar «pequeños textos mayores de las letras contemporáneas por el sólo gusto de hacerlo». ¿Provocadores por naturaleza?, ¿o simplemente sinceros en una época de mucho comedimiento?  

Lo escribimos al inicio, como quien dice a mano en una servilleta, y sigue valiendo. La cita impagable de Virginia Woolf que encabeza nuestra página web nos sigue sonando tan bonita como cuando empezamos.

«Quizás Aprendizaje del dolor, de Carlo Emilio Gadda, sea nuestro libro más poderoso y en el que más nos tocó trabajar.» 

Por lo común, la actitud de los editores en España suele pivotar entre dos lemas: «Cada vez hay menos lectores y el futuro sólo puede ser negro», o bien «Aún está todo por hacer». ¿Optimistas o pesimistas, y con qué matices? 

La pregunta es buena porque ambas afirmaciones son justamente ciertas. Las enfrentamos, también desde el principio, con realismo e ilusión. De ahí el nombre de la editorial, huelga decirlo. 

lunes, 6 de mayo de 2013

Jekyll&Jill: «No nos interesa editar lo predecible. Preferimos experimentar» Nuevos tiempos, nuevas editoriales (IV)

Victor y Jessica funcionan a modo de tándem perfectamente sincronizado. Incluso en las entrevistas sus respuestas generan una sinergía hipnótica y poco habitual. La editorial, que crearon hace tan solo dos años, también tiene doble nombre: Jekyll&Jill. Sin complejos ni limitaciones temáticas, innovan y trabajan en muy distintos campos (desde la fotografía a la narrativa escocesa). Acaban de editar a un autor español, Rubén Martín Giráldez y su rompedor Menos Joven. Por si fuese poco, también han recibido el Premio al Mejor Libro editado en Aragón en 2012 por la obra El Enebro. Y esto es solo el principio. Pese a esta genial fotografía, Victor y Jessica están en plena forma.

Copyright de la imagen: Alejandro Herrero

—El catálogo de Jekyll&Jill cuenta por ahora con 8 títulos. Si se miran con detenimiento, sorprende su variedad temática y la nómina de autores: dos libros de fotografía, una antología, una novela con ilustraciones...Parece que en vez de intentar especializaros en un tipo de libro, vais experimentando a medida que publicáis, ¿por qué decidisteis abarcar campos tan dispares desde el inicio?

—La especialización suele ser una exigencia del mercado, no una inclinación humana. A nosotros personalmente nos interesan cosas muy variadas, y creemos que así les ocurre también a los lectores de los libros que editamos
«No nos interesa seguir una línea editorial predecible; eso sería tremendamente aburrido a la larga. Preferimos experimentar»


Al fundar la editorial más de uno nos aconsejó que creáramos una línea estética para que todos nuestros títulos resultaran reconocibles en las librerías, pero eso nos parece más una trampa que una ventaja ¿y si al cuarto título cambiamos de gustos? Es una cárcel eso de la línea editorial. Nosotros queremos seguir disfrutando con los libros que publiquemos. 

—Vuestro segundo título es una sorprendente antología acerca de la ‘identidad del doble’, de aquella suerte de alterego que algunos autores poseen. ¿Cuál fue el proceso de gestación de vuestra antología Doppelgänger? ¿Cómo seleccionasteis a los autores?

—Pensamos que, como editorial primeriza, sería buena idea mostrar cómo una de nuestras obsesiones, la clásica figura del doble, podía ser representada de maneras muy diferentes a través de distintos autores actuales con estilos bien diferenciados. Pedimos a algunos autores que nos gustaban y a otros que nos presentaron y que también nos gustaron que escribieran un relato sobre el tema del Doppelgänger, y quedamos muy satisfechos con lo que recibimos. Creemos que las principales labores de edición son la selección de obras que sean realmente interesantes, trabajarlas después con cariño y darles una forma atractiva para que lleguen al lector.



—En el caso de la edición de ‘El otro McCoy’, de Brian McCabe,  ¿cómo llegáis a la literatura escocesa?

—Lo cierto es que Brian McCabe estaba ahí ya desde el principio. La parte femenina de la editorial escribió su tesis doctoral sobre la obra de Brian McCabe (que será publicada en el Reino Unido en mayo) y la parte masculina se ofreció a maquetarla, y de paso a enseñarle cómo se debía diseñar un libro. Al tiempo decidimos crear la editorial, y era lógico que quisiéramos sacar a este autor escocés. Fue un gustazo cuando vino a España para presentar la novela y disfrutamos mucho del largo proceso…

—Detrás de cada editor se encuentra una relación particular con la literatura, y esta evoluciona hasta que el paso de lector a editor. ¿Cuál fue vuestro camino hasta llegar a Jekyll&Jill?

—Un camino natural e insano. Las dos partes de la editorial somos devoradores de libros desde pequeños. La parte femenina se doctoró en filología y la parte masculina lleva años trabajando como diseñador editorial (mientras, hace aspavientos con las manos gritando que no le gusta ese término, pero que en estos momentos no encuentra otro mejor). Las dos partes creen también que leer mucho no tiene porqué ser bueno, pero que leer poco o nada es aún mucho peor. En realidad, acabamos editando libros para controlar el mundo y las mentes de los habitantes del planeta tierra. Bueno, algunas mentes, las que se dejen.

—Habéis editado dos libros de fotografía, hecha con tecnología analógica, ¿a qué se debe este alegato en defensa del mundo que dejamos atrás? ¿Tiene algo de nostálgico Jekyll&Jill?

—Si hay algo de nostalgia, es inconsciente. No creemos que la fotografía digital y la analógica sean fases de la misma cosa, ya que no sólo se diferencian en cuanto al soporte (celuloide o sensor), sino en su misma naturaleza: las fotografías digitales son numerosas, instantáneas y sirven para comunicar una cierta manera de ver el mundo, mientras que las fotografías analógicas son escogidas, mimadas y transmiten otras cosas de este mundo. Son lenguajes diferentes, como el vinilo o el reproductor del ordenador: se escuchan de maneras diferentes (de una sentada o dándole al aleatorio). Nos gustaría creer que nuestros libros de fotografía dan ganas de escucharlos enteros.
«Nuestra editorial es poco nostálgica, más bien bebemos tanto de la literatura clásica como de la actual en una sopa inmensa y llena de tropezones» 


(la parte masculina grita que sufre de Aspergen nostálgico y que lo más saludable sería acabar con todas las tradiciones).

—Vuestro último autor publicado, Rubén Martín Giráldez, está dando mucho que hablar. Su propuesta literaria, Menos joven, es un libro arriesgado, con un planteamiento que podríamos llamar experimental, y que dialoga con numerosos autores clásicos. ¿Cómo fue el proceso de edición de ‘Menos joven’? ¿Forma parte, como apuntábamos, de vuestra voluntad como editores por acercaros a los márgenes de la literatura convencional?

—Editar Menos joven nos resultó excitante desde el inicio, cuando leímos el manuscrito de Rubén por primera vez. Nos dijimos que había que publicarlo sí o sí. La conexión con el autor fue instantánea, pues sentimos que Rubén también albergaba en su corazoncito la idea de apoderarse de las mentes de toda la humanidad. Es un tipo perverso Rubén, es difícil no quererlo. Él nos comunicó cómo imaginaba el libro: deseaba ese juego de las cubiertas estilo Gallimard retapadas con una sobrecubierta distinta, los juegos tipográficos, las ilustraciones de los ídolos, todo aquello que conformaba el contenido de la novela, y nosotros le propusimos alguna otra cosa más. Ahora, pasados los meses, no podemos imaginar el libro de otro modo, con un aspecto distinto. 'Menos joven' es eso y no otra cosa, o así lo queremos pensar.




—En varios de vuestros libros, como en el mencionado ‘El otro McCoy’, incorporais ilustraciones, que acompañan al objeto libro, ¿planteáis ampliar esta línea de ‘hacer crecer’ el objeto libro con otros objetos?

—En el caso de El otro McCoy decidimos incluir el mapa de la ciudad de Edimburgo y las postales de los lugares que aparecen en el libro para ampliar la esencia escocesa de la propia novela, y que era tan difícil de transmitir a través de la traducción, puesto que en español no tenemos un equivalente al dialecto escocés de algunos de los personajes. 
La idea es que cada libro tenga un pequeño regalo para el lector, una sorpresa, pero esto no altera necesariamente el significado del libro, aunque intentemos siempre que guarden relación
En algunos casos la propuesta nos la ofrece el mismo autor (como en el caso del taumatropo de El enebro, que imaginó la ilustradora Alejandra Acosta) y en otros sale de nosotros. Hace pocos días, Antònia Escandell, autora de uno de nuestros próximos libros, nos propuso una idea tan buena para el regalo de su libro que nos tenemos que morder la lengua para no desvelarla. Nod la edtamos moddiendo ahoda midmo. 



—Para concluir, como no puede ser de otro modo, ¿qué nuevas criaturas de Jekyll&Jill verán la luz este 2013?

—En pocos días tendremos listo nuestro nuevo título, Deshielo y ascensión, de Álvaro Cortina Urdampilleta. 
«Es una novela extraña y compleja, dividida en cuatro partes, con nieve, frío intenso, partidas de caza de renos, hongos psicotrópicos, religiones insólitas y viajes espaciales. Nos hace mucha ilusión publicar este libro, pues a los dos nos gusta mucho la ciencia ficción»
Después publicaremos Chris Marker y la Jetée, la fotografía después del cine, de Antonia Escandell, un ensayo sobre la película (se da el caso de que las dos partes de la editorial no sabían que cada una de ellas era fan de 'La Jetée', leyeron el manuscrito y se confesaron las ganas que tenían de publicar este libro delicioso). Será el primer ensayo de nuestro catálogo. 
Y después viene La versión de Nelly, una novela de la autora inglesa Eva Figes, publicada originalmente en 1977. Jessica Aliaga Lavrijsen se está encargando de la traducción, como hizo ya para El otro McCoy y Del enebro. El libro además irá acompañado de un estudio sobre su obra que ha preparado una experta en esta autora. 
Y ya para el otoño estamos preparando también nuevo libro con la ilustradora chilena Alejandra Acosta, que prometemos que será tan fascinante como Del enebro o más.