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sábado, 29 de noviembre de 2014

Errata Naturae cumple sus primeros cien títulos, y lo celebramos haciendo lo que más nos gusta hacer: recomendar libros.

Errata Naturae existe desde el año 2008, año en que fue fundada por Irene Antón y Rubén Hernández. Otra manera de decirlo, que quizás es la mejor manera de medir el tiempo de una editorial, es que Errata Naturae tiene 100 libros de edad. En sus 6 años de vida, Errata ha llegado ya a su primera centena de títulos: ensayos, novelas, libros sobre series y clásicos olvidados pueblan su exquisito catálogo. 
¿Nuestra manera de celebrarlo? Recomendar algunos. Cualquier selección de un catálogo tan extenso será siempre difícil e injusta, así que esto es nada más que una muestra: 

Nuestros cinco títulos de Errata Naturae.

Milagro de la Rosa, de Jean Genet.


Escrita en la prisión de La Santé, en trozos de papel robados de los talleres, Milagro de la Rosa es una novela autobiográfica donde el amor y el sexo son extremos, y donde Jean Genet se anticipa muchas veces a la contracultura europea y norteamericana incipiente.

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¿Quién acompaño a Nietzsche cuando el filósofo fue doblegado por la locura en las calles de Turín? La respuesta es: su fiel amigo Franz Overbeck. En La vida arrebatada de Friedrich Nietzsche, Overbeck ofrece una imagen alejada del análisis filosófico de la obra de Nietzsche, y consigue mostrárnoslo en tanto que hombre: un pensador colosal de vida insignificante, con miedos, caprichos y complejos. 

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Si una novela autobiográfica de Genet o los episodios de la vida de Nietzsche narrados por su mejor amigo no son muestra suficiente de la variedad de géneros que abarca el catálogo de Errata Naturae, lo confirma un libro sobre la obra cinematográfica del director más controvertido de Irán y uno de los más consagrados de la segunda mitad del siglo XX: Abbas Kiarostami. ¿Hacia dónde se dirige el cine de nuestro tiempo? ¿Es posible mantener la división tradicional entre cine de ficción y cine documental? ¿Son los llamados “falsos documentales” o “documentales de creación” una mera moda o confirman un cambio de paradigma en el estatuto general de la imagen fílmica?...

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Teleshakespeare, de Jorge Carrión.


Para retratar el boom de las series de televisión durante la primera década del siglo XXI, llegó Jorge Carrión y nos regaló Teleshakespeare: una guía con las series más destacadas de nuestra época, y un ensayo sobre la forma de retratar nuestro presente y nuestra sociedad que tienen las series que consumimos, a veces, de manera compulsiva.

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Un paseo invernal, de Henry David Thoreau



Y acabamos esta breve y personal selección con la última novedad de la editorial:  «Un paseo invernal» relata una caminata inolvidable por el corazón de los Grandes Fríos hacia la primavera de la existencia; «Caminar» es un ensayo magistral sobre el arte del paseo y una defensa cerrada de la vida salvaje y libre, tanto de los animales como de los seres humanos.


Cinco libros para sugerir cien, esa es la idea del post. Pero puedes buscar entre los cien en la web de Errata Naturae, y felicitarlos por el catálogo.

jueves, 4 de julio de 2013

«La editorial es parte de mi trabajo político y cívico como individuo» Entrevista a Rubén Hernández, editor de Errata Naturae

Entrevistamos a Rubén Hernández, editor de Errata Naturae
¿Es la editorial que edita libros sobre series?
¿Es la editorial que trabaja con grandes clásicos?
¿Es la editorial que acaba de publicar una antología de textos sobre videojuegos?
¿Es una editorial comprometida políticamente?
¿Es la editorial que acerca la filosofía a los niños?
Pero...¿Son los editores unos superhéroes? No...pero casi.

Con Rubén hablamos de la trayectoria de la editorial, de cómo se definen como marca con la experiencia propia, de la cercanía con los lectores, de su vibrante futuro y...sí, también de su día a día porque, a pesar de poder catalogarles como editores del mundo de los superhéroes, son editores de carne y hueso y bien anclados y preparados para a los vendavales de nuestro presente.  
—Errata Naturae cumple ya su quinto año de trayectoria como editorial independiente en España. Mucho ha llovido (mejor dicho, habéis editado) desde entonces.  Más de 100 autores han pasado por la editorial, y 8 colecciones es vuestro despliegue actual. Desde la distancia de cinco años de profesión, ¿cómo valoras la experiencia de emprender en los albores de 2008? ¿Ha merecido la pena el esfuerzo?

—Por supuesto que ha merecido la pena, supone un esfuerzo inmenso, muchos sacrificios, horas incontables de trabajo… Como merece la pena hacer cumbre en un 3.000 metros (más alto ni me lo planteo…) aunque sufras enormemente para poder sentarte a mirar el mundo desde allá arriba, o como merece la pena tener hijos aunque tus preocupaciones se incrementen desde entonces cada día…. Hay determinados proyectos vitales cuya importancia es radical, en el sentido etimológico, no son cuantificables, y aquello que nos aportan queda un poco al margen de las estadísticas, los cálculos y los márgenes de beneficio.



—La temática y los géneros que aborda vuestro sello parece no entender de limitaciones estrictas. Desde autores clásicos como Kafka a narradores contemporáneos como Jordi Carrión, habéis trabajado en campos tanto de la ficción o la crónica de alto nivel como en el ensayo más vanguardista sobre cine o el reciente boom de las series de televisión. ¿Cómo trazasteis la estrategia para editar temas y autores tan dispares sin perder la identidad?

—La verdad es que no había una estrategia, no llegamos al campo de batalla (de las mesas de novedades) con un plan ni nada parecido. Editamos lo que nos gusta y, en la medida de lo posible, tratamos de que esos gustos, necesariamente fragmentarios, variables, heterogéneos, como piezas de un puzle, vayan dando lugar a una única imagen, eso que los publicitarios llaman la marca editorial. Con el paso de los años esa marca se ha ido haciendo más clara, incluso para nosotros mismos, y ahora 
«sabemos que hay cosas que nos gustan que no editaremos, porque son ajenas a esa marca, pero tenemos igual de claro, o más, que lo que no haremos nunca es editar algo que no nos guste»

que no nos parezca un buen libro, un libro que, en tanto que editores, nos costara defender con pasión y confianza delante de cualquiera.

—Si algo puede definir al público de Errata es, justamente, su apertura de miras y su curiosidad por no encerrarse en un único campo de la literatura o el ensayo, ¿cuál ha sido desde los inicios el contacto con vuestros lectores?

—Tenemos un contacto cotidiano a través de las redes sociales, que da muchas pistas y también muchas alegrías. Pero el contacto para mí más importante es en la Feria del Libro de Madrid: allí pasamos cada año casi tres semanas en una caseta hablando con los cientos de lectores que pasan durante ese evento, y eso tiene, al menos tres cosas muy positivas: 1. Te ayuda a entender mejor que cualquier red virtual quienes son los lectores de tus libros; 2. Te ayuda a desembarazarte de muchos prejuicios más o menos conscientes: allí he descubierto que los lectores de Errata Naturae son muchas más diversos y estratificados de lo que uno en principio imagina, pues, seguramente por comodidad, en la vida siempre tendemos a reducir y simplificar la complejidad apabullante y azarosa de lo real; y 3. Aprendo muchísimo de esos lectores.
«En la Feria del libro de Madrid he descubierto que los lectores de Errata Naturae son muchos más diversos y estratificados de lo que uno en principio imagina»
—Ya desde los inicios estuvisteis atentos a los movimientos emergentes en otros campos del ámbito de la cultura y el arte, más allá del literario. Pruebas de ello han sido la publicación de ensayos sobre las series Los Soprano, The Wire, Lost…Recientemente habéis editado ‘Extra life’, un conjunto de textos que reflexionan acerca de 10 videojuegos que marcaron la joven trayectoria de este arte todavía poco reconocido que ya comienza a ser considerado como algo más que mero entretenimiento. ¿Cómo nace y evoluciona la parte de Errata Naturae que está conectada con el pulso del resto de artes y expresiones de la cultura contemporánea?

—De manera absolutamente natural: a mí me apasionan las (buenas) series, los (buenos) videojuegos, el cómic, etc., de modo que ese interés se fue transmutando en una serie de publicaciones que, a su vez, parecen haber captado o respondido a un interés común de muchos lectores.



—Por otro lado, autores como Jean Genet o el libro ‘El Show de Berlusconi’ se sitúan como artefactos críticos que abordan desde una perspectiva política y filosófica grandes problemáticas recientes. ¿No todo es, para Errata Naturae, el arte por arte?

—De hecho nada en este proyecto es arte por el arte. Personalmente considero que la editorial es parte de mi trabajo político y cívico como individuo, desde una concepción de lo político que nada tiene que ver con los partidos ni las organizaciones, sino como construcción de lo común y resistencia ante ciertas imposiciones en el ámbito de la cultura. Y, de hecho, al revisar los casi ya veinte títulos de nuestras colecciones de ensayo (La Muchacha de dos cabezas) y de pensamiento crítico (Los Cinocéfalos), así como algunos títulos de narrativa, creo que se puede ver una línea claramente política y con una orientación muy clara y determinada.

«La editorial es parte de mi trabajo político y cívico como individuo»
—El contexto actual ha ido generando en los últimos años un aumento considerable de obras que abordan tanto la crisis económica como la crisis del proyecto europeo. ¿Se podría hablar de cierto oportunismo en todo ello? ¿Cómo habéis evitado caer en esta dinámica?

Supongo que sobre cualquier tema de actualidad (la crisis, el pornosoft, el futbol…) hay libros buenos, malos y terribles. Y entiendo que no es lo mismo ser oportunista (prescindir de valores y principios para obtener rédito del presente), que hacer algo oportunamente (saber aprovechar la oportunidad, el kairos de los antiguos griegos, puede ser una gran virtud). Nosotros hemos publicado recientemente varios libros que tienen que ver con nuestro presente en crisis (Pensar desde la izquierda. Mapa del pensamiento crítico para un tiempo en crisis o Hacia la sobriedad feliz), o que pueden obtener una nueva lectura desde el contexto actual (Walden), y creo que ofrecer libros y textos de gran calidad íntimamente relacionados con el presente que vivimos, y que nos permiten tanto pensar como modificar ese presente, es una de las labores fundamentales de un editor.



—Otro aspecto fundamental de la editorial es la recurrencia habitual a las antologías para abordar temas como el mencionado título ‘Extra life’, pero también habéis hecho una antología sobre los animales de compañía de reconocidos creadores…

—Sí, tenemos también antologías sobre los más importantes fraudes financieros de la historia del capitalismo (Madoff y Cia), sobre el presente y el futuro del cómic (Supercómic), sobre los grandes crímenes de sangre de la historia norteamericana (Asesinato en América), sobre el escritor y sus múltiples sombras (El juego del otro), sobre las mejores series de la televisión (Los  Soprano, The Wire, Juego de tronos…) etc, etc. Es una cierta marca de la casa, algo que nos gusta hacer, porque son proyectos que nacen en la propia editorial, para los que reunimos a muchos autores tanto nacionales como internacionales y que dan lugar a libros muy ricos, muy amplios en muchos sentidos, que nos gustan especialmente.

—Recientemente os habéis adentrado en el ensayo sobre el cómic, ¿podrías hablarnos sobre el surgimiento de la idea? Según parece, no es precisamente una guía de recomendaciones para principiantes.

—No, se trata de un conjunto de ensayos, escritos por autores españoles, ingleses, franceses, norteamericanos, etc., algunos directamente vinculados al mundo del cómic, otros que piensan el cómic desde la filosofía, la sociología, la historia del arte y el cine, el psicoanálisis, la teoría política…. Y el objetivo de este abanico de textos tan diversos y plurales es dar cuenta del gran vuelco que ha dado la producción de cómics en la última década: ¿qué ha ocurrido, qué nuevas tendencia, autores y perspectivas han surgido para que el cómic haya pasado de ser una cosa de frikis a tener una sección (y cada vez más amplia) en casi todas las librerías?

—Pese a abordar de manera tan solvente y ambiciosa todo este abanico de ámbitos culturales, sociales y políticos, vuestro equipo fijo sigue siendo el propio de una editorial independiente, sólida en un núcleo duro reducido y conectada con numerosos profesionales del mundo editorial —traductores, correctores, ilustradores…—. No podemos evitar la pregunta: ¿cómo es un día en la oficina vida de Errata Naturae?

—En la oficina trabajamos tres personas de forma fija y contamos efectivamente con un equipo de colaboradores externos que hacen tareas de traducción, maquetación, una parte de la corrección… En nuestra oficina suele haber cajas amontonadas, sillones cómodos para leer, ordenadores con o sin música, unos mil ejemplares de Errata Naturae y otros tantos de otros sellos a modo de biblioteca flotante,  también hay dos o tres perros (Bergman, Zola y Zama) que echan una mano si hace falta, y el próximo mes llegará un bebé (Livia) que pasará aquí muchas horas y quizás algún día se convierta en editora junior. En primavera y verano hacemos las reuniones de edición y prensa en un patio que tenemos con muchas plantas y una inmensa cabeza de búfalo que compré en California, y en invierno a veces salimos a comer al bar de la esquina, muy del barrio de Vallecas, con un retrato bastante descolorido y tenebroso de Fidel, donde hacen una lentejas para chuparse los dedos.


—Y, una pregunta también esencial, que tanto Cálamo como nuestros amigos y lectores de la editorial se cuestionan, ¿Qué acertadas ‘erratas’ preparáis para cerrar este 2013 y vuestro sexto aniversario?

—Pues publicaremos otro libro de nuestra colección de series para leer, dedicado a Breaking Bad; una excelente edición de la obra de Epicuro con la impecable traducción de Carlos García Gual; un libro sobre y de Susan Sontag; una novela de Edna O’brien (que es para Phillip Roth y Alice Munro la mejor escritora en lengua inglesa de nuestros días); un nuevo volumen de nuestra colección de filosofía para niños; un clásico indiscutible de la antropología inexplicablemente inédito hasta la fecha en España; una nueva antología textos estrictamente recientes de grandes pensadores europeos tratando el tema de la post-democracia, la guerra monetaria y la resistencia social

viernes, 21 de diciembre de 2012

¿Quién es Kenneth?

No pasa nada si aún no conoces a Kenneth BernardPorque Kenneth Bernard es un autor altamente secreto
Pero muy poderoso.
Un autor que, además, Errata Naturae tuvo la perspicacia de recuperar este año, para alivio de todos los buscadores de tesoros literarios. 
¿Quién es Kenneth Bernard?
Entre los archivos del distrito, la única novela de Kenneth, es una obra distópica e inquietante, pero también un texto premonitorio acerca de un orden social que ya no pertenece a un futuro hipotético sino más bien a un presente terrible.

Una historia que empieza como uno de esos dibujos animados de hace años. 

Y sus coordenadas se encuentran a medio camino entre el universo infraordinario de Georges Perec, la existencia administrada de algunos personajes de Franz Kafka y la sociedad distópica de la película Brazil de Terry Gilliam (ABC Cultural). 
Distopia. Fritz Lang. Metrópolis.
Entre los archivos del distrito se despliega en una atmósfera que «podría ser alguna de las imaginadas por Jonathan Swift (pues bastante de sátira tiene este libro, y Swift no pasa de moda), o podría ser la nuestra».

Y su mundo es un mundo tétrico y teatral. 

Un conjunto de postales y discursos que rozan el delirio, pero unidas por un violencia sin nombre, un poder invisible y burocrático que extiende sus lazos desde la oscuridad del vacío. 


Si aún no has probado la literatura de Bernard, aquí puedes hojear sus primeras páginas; si, por el contrario, ya eres parte integrante de su club de fieles, recuerda que Entre los archivos del distrito es una de las candidatas a los Premios Cálamo 2012.  

Kenneth Bernard, también en Cálamo