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lunes, 16 de marzo de 2015

Julio Llamazares vuelve a su pueblo desaparecido con Distintas formas de mirar el agua. Este martes, presentación en Cálamo.

¿En qué coinciden un embalse, un escritor, un pueblo sumergido y una novela coral?
En la historia que da origen a la última obra del escritor leonés Julio LlamazaresDistintas formas de mirar el agua (Alfaguara) y que se presentará en Cálamo este martes 17 de marzo a las 20h.

Julio Llamazares. Fotografía: Editorial Alfaguara
El embalse de Porma fue inaugurado en 1968. Su construcción persiguió el control de las riadas de los ríos leoneses, y significó la desaparición de pueblos como Campillo, Quintanilla o Vegamián. Es en este último, uno de los pueblos que quedaron sumergidos tras la construcción del embalse, donde nació, en 1955, Julio Llamazares. El escritor no pudo volver a Vegamián hasta los 28 años de edad: «Habían vaciado el pantano y vi las ruinas de Vegamián, un escenario dantesco, como del fin del mundo, algo bastante impactante».

Ahora, décadas después, Llamazares regresa nuevamente a su pueblo natal, pero esta vez desde la escritura y la ficción.  Distintas formas de mirar el agua  es una novela coral donde 16 voces, una familia de tres generaciones, se reúnen para arrojar las cenizas del abuelo a las aguas de un pantano.

«Desde la abuela a la nieta más pequeña, desde el recuerdo de la aldea en la que los mayores nacieron y se criaron antes de verse obligados a abandonarla ante su destrucción inminente a las historias y sentimientos de los más jóvenes, el relato discurre como un flujo sucesivo de conciencia, como un caleidoscopio existencial y poliédrico al que la superficie del agua sirve de espejo.» 

Distintas formas de mirar el agua. Julio Llamazares. Alfaguara.


«Una novela sobre el destierro, sobre el paso del tiempo y la memoria, sobre el sentimiento de vinculación a la naturaleza, sobre la impronta que el ámbito rural y natural deja en el corazón de aquellos que alguna vez lo habitaron.»

La novela parece enlazarse naturalmente con la segunda publicada por el autor, La lluvia amarilla, donde el último habitante del pueblo del Pirineo aragonés Ainielle evoca en un largo monólogo los habitantes  del pueblo que ya han muerto, desaparecido o que ya se han ido del lugar que agoniza. 
Esta vez, en Distintas formas de mirar el agua los monólogos son 16, y en ellos se ven todas las maneras en que se puede mirar "el agua", es decir, el paisaje donde antes hubo un pueblo y mil historias: desde la belleza del lugar hasta la tristeza que representa, todos difieren y complementan ese caleidoscopio que apunta al pantano. 

Por todos estos pequeños datos, y muchos otros que dejaremos reservados para la conversación con el autor, no deberías perderte la presentación este martes 17 de marzo a las 20 horas en Cálamo. Acompañará a Julio Llamazares el periodista y escritor Antón Castro.

jueves, 23 de octubre de 2014

«Los libros son pedazos de historia que nos deben llevar a buscar otros libros y otros autores.» Continúa la vuelta al mundo de Concha Monserrat y 13 grandes libros.

En junio de este año empezamos un viaje en Cálamo. Se trata de un viaje hecho de libros, y la capitana es Concha Monserrat y su Club de Lectura 'La Vuelta al Mundo en 13 Libros'.
Es una aventura libresca y literaria de la mano de una periodista, redactora, corresponsal y colaboradora en diversas radios. Y una ávida, ecléctica lectora. Con ella, las escalas del viaje son siempre una sorpresa.
 El recorrido continúa este lunes. 
Concha Monserrat.

Comienzo del viaje: México y Argelia, Poniatowska y Khadra.

El viaje comenzó en México, y la cartógrafa fue Elena Poniatowska con La piel del cielo. Concha Monserrat buscó para el comienzo «algo ligado a la actualidad», y Poniatowska, «hablándonos de México, hablaba de España. De la fuga de cerebros, del desapasionamiento por lo esencial, de la pasión por lo mismo que es la investigación...»

La piel del cielo, de Elena Poniatowska.

La segunda parada nos llevó, con la brújula de Yasmina Khadra, a Argelia: «La trilogía de Argel llegó en verano, y en verano el yihadismo se hizo más visible. Khadra habla de eso en su obra, algo más que una novela policíaca. Argelia y el nacimiento de los integrismos propiciados por quienes no aceptan los resultados electorales y sobre todo por los corruptos que siempre ganan.»

Trilogía de Argel, de Yasmina Khadra

Próxima estación: 14, Jean de Echenoz.

En la tercera escala del viaje, el club aborda la pluma de quien a finales de los años 80 fuera Premio Gutenberg como "la mayor esperanza de las letras francesas": Jean Echenoz. Concha Monserrat nos explica su elección:
«Una obra maestra, un autor excepcional, una historia muy trillada pero nunca tan bien contada, y de forma tan breve: la primera guerra mundial en 90 páginas.»
14, de Jean Echenoz

Quiero asistir: ¿dónde y cuando?

El próximo encuentro de viajeros es el lunes 27 de octubre a las 20hs en Librería Cálamo. ¡Última llamada!

domingo, 25 de mayo de 2014

Jorge Franco, premio Alfaguara de Novela, y Luis García Montero: dos visitas estelares para despedir el mes en Cálamo


En un año tan importante para Alfaguara, en el que la editorial cumple sus 50 años de un trayectoria editorial, es un gusto para Cálamo recibir a dos de sus grandes escritores en la misma semana.



*   *  *

Miércoles 28: Jorge Franco, premio Alfaguara de Novela 2014 con El mundo de afuera, firmará ejemplares.

«Es la historia de una niña que vive en un castillo. Y de un doble amor obsesivo: el de un padre que vive de manera anacrónica y la sobreprotege, y la de un adolescente pobre que se enamora de ella que luego se convierte en bandido y asaltador de bancos y quiere rescatarla de su encierro. Hasta que secuestra al padre. Pero también es la época en que Medellín empezaba a descomponerse. Los días previos a la tragedia que vendría con la violencia y el narcotráfico. La pérdida de esa ciudad idílica de mi infancia al comienzo de los setenta y que con este hecho se fractura y empieza a cambiar todo.» Así comenta su novela Jorge Franco, en una entrevista telefónica con El País.

El mundo de afuera, Premio Alfaguara de Novela

Un tenebroso cuento de hadas, la desquiciada historia de un secuestro y una novela que transcurre en una Medellín transformada y poblada de extraños personajes: un germanófilo, una princesa Isolda encerrada en un castillo que es la copia del de La Rochefoucauld o fantásticos conejos que tejen peinados en el bosque. Con El mundo de afuera Jorge Franco ha sido galardonado con el Premio Alfaguara de Novela. En una edición con una cifra récord de manuscritos recibidos y un juardo compuesto por Sergio Vila-Sanjuán, Ignacio Martínez de Pisón, Nelleke Geel, Ana Cañellas (Librería Cálamo) y Pilar Reyes (con voz pero sin voto), la novela del colombiano ha sido la triunfadora.

El miércoles 28 de mayo a las 20 horas Jorge Franco firmará ejemplares y se encontrará con sus lectores en Cálamo. ¡Te esperamos!

*   *  *

Jueves 29: Luís García Montero presenta Alguien dice tu nombre acompañado de Manuel Vilas. 

Alguien dice tu nombre, de Luis García Montero

«Todo cambia, pero nos quedan los recuerdos. Se levantarán edificios, se asfaltarán los arrabales, se urbanizarán los descampados, pero tú recordarás siempre la geografía de este verano. La realidad es una alegoría para la memoria. Todo lo que nos afecta permanece en nosotros, aunque se pierda en el tiempo.»

Este jueves llega a Cálamo Luis García Montero. Nos trae bajo el brazo su última novela, Alguien dice tu nombre, para presentarla en una conversación con Manuel Vilas. 
Un estudiante de Filosofía y Letras en el verano granadino de 1963 es el punto de partida para una novela que contiene reflexión, poesía, nostalgia y literatura. 


«Tono sostenido, poderosa nostalgia, emoción delicada que no alza la voz, poesía escueta, ceñida...»
Octavio Paz

«Parece capaz de contarnos, y de qué manera, lo que habíamos olvidado que sabíamos de nosotros mismos. Luis sirve para hacer afición, para volver a la plaza porque torea José Tomás, para acercarse a las librerías porque ha salido un nuevo libro suyo.»
Joaquín Sabina

Será una semana intensa en Cálamo. Por eso tenemos tantas ganas de compartirla con vosotros, ¡os esperamos!





miércoles, 8 de mayo de 2013

Manuel Vilas: «Yo inventé una Zaragoza que no se había visto jamás»

Dónde empieza el personaje de Manuel Vilas y dónde acaba la persona de Manuel Vilas —o al revés— es un interrogante que a veces puede asaltar a quien ha tenido cerca al inconfudible escritor. Pero Vilas no hay uno solo. 
O sí. 
Vilas es uno y muchos. Él es, por encima de todo, una actitud. El arquitecto literario de la Zaragoza actual. Y un ensayista camuflado de contador de historias. Y un inventor polifacético, como así ha revelado con su última novela, El luminoso regalo, en la que ha pegado un giro radical en relación a sus títulos anteriores. Manuel Vilas es también uno de los autores favoritos de Cálamo, y próximo invitado de honor en la librería. Anticipando un merecidísimo homenaje aprovechamos para conversar con él. 



Durante algún tiempo, uno de los detalles de tu literatura más sonados fue el descubrimiento que hiciste de Zaragoza al resto de lectores españoles, acostumbrados a una literatura que parecía pivotar solo entre Madrid y Barcelona. ¿Tendremos más Zaragoza en los próximos títulos de Vilas? ¿Cuál es actualmente tu relación con la ciudad? 

MV: Yo inventé una Zaragoza que no se había visto jamás. La Zaragoza que salía en la literatura anterior o simultánea a la mía era tradicional, histórica, costumbrista y realista, cosa que está muy bien y que aplaudo. Tiene que haber de todo. Pero a mí me apetecía otra cosa y entonces me inventé una posmoderna, fantasiosa, batmaniana, kafkiana, inesperada. Mi relación con la ciudad es excelente. Yo amo Zaragoza, pero me gusta pensar que Zaragoza puede expandirse por terrenos literarios que vayan más allá del realismo y del costumbrismo. Repito: tiene que haber de todo, y Zaragoza da para un imaginario literario inacabable. Se puede seguir haciendo realismo, pero también posmodernidad. Eso es lo bueno: la pluralidad de visiones, eso nos enriquece a todos, y de eso Zaragoza sale cultural y literariamente beneficiada. Cabe todo.
«En tiempos duros los lectores necesitan la verdad; la verdad que muchas veces es contundente, sucia, extraña y difícil de asumir.» 
En el arco que va de España a Los Inmortales, Manuel Vilas parece un narrador con unos rasgos muy reconocibles a sus lectores: escribe contra las formas convencionales, se despliega como un talentoso humorista y a nadie se le escapa su simbología. Luego ya no. Luego llega El luminoso regalo y Vilas —me refiero a ese narrador reconocible— decide cargarse todo eso para empezar otra cosa con unos cimientos  que en cierta forma van contra lo que ya habías construido. ¿Cómo estás llevando ese proceso con tus lectores más fieles?, ¿cómo ves que la gente este llevando el cambio del luminoso Vilas a un Vilas más sombrío?

MV: Yo creo que efectivamente he cambiado, pero hay un sustrato que permanece inalterable, al que podríamos llamar la marca Vilas, que no es otra cosa que escribir bajo unos parámetros morales y literarios diferentes. Ni mejores ni peores, simplemente diferentes. He querido reinventarme como escritor. Me apetecía buscar otros mundos y otras formas. En cuanto a mis lectores, tengo de todo. Unos son fans de 'España', otros de 'Aire Nuestro', y otros de 'El luminoso regalo. No se ponen de acuerdo. Me volvería loco si les hiciese caso. La obligación de un escritor es escribir. Lo demás no es de su competencia.

El luminoso regalo es la última novela de Manuel Vilas y está publicada en Alfaguara (2013)
Hablemos de política. Uno de tus poemas más sonados es aquél de McDonald’s que se contempla en Resurrección, donde podría entenderse que se trata de un encomio al capitalismo (aunque una de las mejores cosas que tienen tus textos es su ambigüedad ideológica). Años después, al menos por lo que de ti sabemos en las redes, parece que te has vuelto bastante más escéptico que entonces. ¿Cómo crees que debemos leer políticamente tus textos? ¿Y qué me dices del propio Manuel Vilas, cuál es su ideario? 

MV: Hace unos días, en una charla en Casablanca, Marruecos, un alumno de instituto me amonestó por insultar a los McDonald´s. Ese alumno había leído mi poema McDonald´s y creía firmemente que ese poema insultaba a la cadena de restaurantes McDonald´s. Se sintió ofendido. Vivimos en tiempos muy raros, y la ambigüedad es una marca de la casa Vilas, porque simplemente la vida, como ya sugirió Cervantes, es ambigua. Nadie sabe qué está pasando. Ese es el tema de mi poema McDonald´s: el misterio de la vida. Mi ideario, como ciudadano y escritor, es bien claro: soy marxista y me gusta especialmente el psicoanálisis de inspiración marxista. El marxismo y el psicoanálisis son los cimientos de cualquier especulación seria sobre la realidad.
«España sigue siendo un país muy pacato a la hora de hablar de sexo y erotismo.»
En tiempos duros y convulsos como los nuestros, ¿qué crees tú que necesitan los lectores, historias trágicas o cómicas?

MV: Necesitan la verdad; el objetivo final de un escritor es escribir la verdad; la verdad que muchas veces es contundente, sucia, extraña y difícil de asumir. Eso pasa en “El luminoso regalo”, novela que me ha permitido comprobar que España sigue siendo un país muy pacato a la hora de hablar de sexo y erotismo.