miércoles, 7 de enero de 2015

14, de Jean Echenoz: ua novela breve, elegante, artesanal, sobre la Primera Guerra Mundial. Y otro nominado a los Premios Cálamo 2014.

El 2014 fue el año centenario del comienzo de la Primera Guerra Mundial: era de esperar que  la Literatura, como todas las otras ramas del arte, abordaría el tema. Sin embargo, no era de esperar que se publicaran, al menos, dos grandes obras sobre el tema, que pudieran aportar algo nuevo y diferente.
Y es así que dos de nuestros nominados lo hacen: si la semana pasada os hablábamos de Nos vemos allá arriba, de Pierre Lemaitre (Salamandra),  hoy es el turno de 14, de Jean Echenoz (Anagrama)

Jean Echenoz. Fotografía: Institut Francais
Jean Echenoz, (Orange, 1947) se formó como sociólogo. Publicó su primera novela en 1979, El meridino de Greenwich. En 1999 se hizo con el Premio Goncourt por Me voy.  Tras hacerse con el galardón, Echenoz se alejó del presente y publicó tres novelas biográficas: Ravel, Correr (sobre el atleta Émil Zatopek) y Relámpagos, sobre Nikola Tesla.
Con 14 sigue en la línea del pasado, en una novela sobre la Primera Guerra Mundial... pero no se trata de una novela histórica. Aunque rigurosamente documentado, la breve novela  —15 capítulos, unas 120 páginas— aborda desde la ficción y desde una prosa sobria y mínima la historia de cuatro jóvenes que se enrolan en el Ejército un día antes de que Francia entre en la Guerra Mundial.

Cinco hombres se van a la guerra, una mujer espera el regreso de dos de ellos.
Falta saber si volverán. Cuándo. Y en qué estado. —Contraportada de la edición francesa.

Cinco hombres se van a la guerra, una mujer espera el regreso de dos de ellos.
Falta saber si volverán. Cuándo. Y en qué estado. —Contraportada de la edición francesa.
Ante un tema tan sensible y tan tratado como la Guerra, es muy fácil encontrar a veces un sentimentalismo excesivo, un abuso de los efectos emotivos, una estética más cercana a Spielberg que a la reflexión y al testimonio. No es el caso de Echenoz, que lleva muchos años y muchos libros puliendo un estilo minimalista pero preciso, elegante y breve. En palabras de Echenoz:
«Como no sé hacer otra cosa que escribir, y es una actividad bastante solitaria, me gusta documentarme, buscar fotos, sonidos, papeles... En realidad es la fase que prefiero, es fantástica y estimulante. Trabajas pero no escribes, lo cual ayuda mucho a limpiar la conciencia. Así que salgo de casa y voy a bibliotecas, o a hablar con gente. Lo grabo y transcribo todo, aunque al final solo utilizo un dato, o dos adjetivos que alguien ha dicho...»
El resultado es uno de los grandes libros del 2014, que vuelve a confirmar la importante presencia de las letras francesas contemporáneas, y un nuevo nominado a los premios Cálamo.



No hay comentarios :

Publicar un comentario