domingo, 10 de marzo de 2013

¿En qué se parece un árbol de navidad a Javier Arenas?*


A Mao Tse Tung —responsable del segundo libro más leído en la historia de la humanidad, sólo superado por la Biblia— le ha surgido un inesperado rival en las listas de los más vendidos. Un rival con pasaporte del país vecino. Porque con un ritmo con el cual han ido agotando una edición por semana desde su aterrizaje en librerías, El Libro Rojo de Mongolia —como el Libro Rojo de Mao, como la mismísma Biblia— es más que un libro para disfrutar aislado. Casi una epopeya nacional, cuyo cometido es reunir un catálogo de conocimientos que le harán mejor persona, «salvo que sea usted banquero», convirtiéndose así en un mapa ineludible para navegar con seguridad por las procelosas aguas de nuestro extraño país (mongol).


Un pueblo al que se le niega su historia está condenado a inventársela  

Hace un año, cuando todo pintaba la mar de feo, y desde luego también en el panorama mediático, el equipo de Mongolia se lanzó a los quioscos con una publicación que combinaba el humor —político, polémico, o no— con el periodismo. El inventó salió bien. Y tanto. Lluego de confirmarse en formato tabloide con tiradas de 40.000 ejemplares, no era difícil imaginar que Eduardo Galán, Darío Adanti, Eduardo Bravo, Fernando Rapa, Pere Rusiñol y Gonzalo Boye diesen el salto a la tapa dura. Y con un arsenal de cuestionarios, diccionarios, entrevistas (de Frankoestein a Miao Zedong; de Establo Picasso a Karlitos Marx), recortables, listas, citas o ilustraciones, Mongolia pasó a ser un libro-objeto de culto, en donde se daba cita un diseño puntero con un aplastante y renovador humor imbatible. 

Miércoles 13 de marzo a las 20 horas en Librería Cálamo. ¡¡¡Vamooo!!!
Si rompió a reír con el posthumor de Miguel Noguera, si las viñetas de Miguel Brieva esclarecieron su manera de comprender el mundo, si se pregunta dónde echó raíces la perspicacia de La Codorniz, si desea conocer a la reencarnación de las plumas señeras de la sátira periódistica, de Swift en adelante,  o si últimamente se ha sentido habitante de Mongolia, El Libro Rojo será su mejor aliado. 

Y este miércoles, además, las huestes de Mongolia invaden Cálamo.

¿Vienen? 


*«En que los dos tienen las bolas de color». 
El Libro Rojo de Mongolia, Reservoir Books, Barcelona, 2013. Pág 145. 

No hay comentarios :

Publicar un comentario